lunes, 30 de junio de 2008

LA JORNADA


domingo 29 de junio de 2008
¿La Fiesta en Paz?
Leonardo Páez

■ Alí Chumacero, taurino

■ López Velarde, Nervo y Pellicer, otros poetas amantes del toreo


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Alí Chumacero, lúdico y lúcido ante la vida y la muerte, incluida la del ruedo, rodeado de sus muñecas inofensivas Foto: Sergio Rivero

Dos días antes de que en España altos funcionarios mexicanos y españoles instalados en villamelones pero metidos a políticos y banqueros se embarullaran en desafortunadas expresiones taurinas para intentar halagarse mutuamente y mal disimular sus impúdicas complicidades, en México el poeta nayarita Alí Chumacero era objeto de un emotivo homenaje nacional en una repleta sala principal del Palacio de Bellas Artes.

El pretexto fueron los 90 primeros años de este siempre joven de espíritu y vitalísimo hombre de letras oriundo de Acaponeta; la realidad, reivindicar de algún modo el pensamiento, la cultura y las artes en este atolondrado país, que hace casi medio siglo apuesta por la televisión como forma de educación, con las consecuencias que a diario se padecen.

Desde luego, ninguno de cuantos hablaron en la ceremonia –Dolores Castro, Emmanuel Carballo, Eduardo Lizalde, Jaime Labastida y Carlos Montemayor– juzgó pertinente mencionar siquiera que el talento poético de Chumacero no ha encontrado obstáculo para nutrirse, también, de la tauromaquia.

Autor de la irrefutable frase “En México, quienes saben escribir no saben de toros, y quienes saben de toros no saben escribir”, el increíble Alí –hay que decirlo, so pena de que la cultura también se nos vuelva excluyente– ha escrito páginas espléndidas en prosa y en verso, incluido el mejor soneto sobre Manolo Martínez, en torno del fenómeno tauromáquico, no obstante las legiones de amigos y compañeros intelectuales que se han empeñado, sin éxito, en disuadirlo, sustentados en ese villamelonismo cultural que en su momento denunció Gabriel Zaid.

Al igual que su paisano Amado Nervo y que Ramón López Velarde, Javier Villaurrutia, Carlos Pellicer, Efraín Huerta, José Revueltas, José Gorostiza, Jorge Portilla o Salvador Elizondo, entre otros, tampoco Alí Chumacero ha tenido inconveniente en asistir al espectáculo taurino, pues como siempre ha dicho, independientemente de los criterios empresariales en la fiesta: “El toreo es una actividad artística, tan legítima como cualquiera otra”.

“La razón de que la gente en general y entre ellos los que hacen poesía, música o ballet no se aficionen –agregaba Alí, en una aleccionadora entrevista– es porque, de entrada, sienten una repulsión de tipo casi moral. En el arte del toreo, definitivamente, bases materiales como sangre, peligro, violencia, esos contenidos son efectivos, ciertos, y quien no se sobrepone a ellos no entiende absolutamente nada de lo que es una creación de esta índole.”

“Yo no voy a la plaza porque me guste o no la sangre, porque sea un caníbal o un bárbaro; voy porque el toreo es un gran arte, tan hermoso como cualquiera de las bellas artes, un arte del tiempo, como la poesía, la música o la danza, o del espacio como la pintura y la escultura. Un arte que además tiene el atractivo de lo primigenio.” ¡Salud y mucha salud, entrañable poeta!



lunes 30 de junio de 2008

TOROS

■ En la séptima novillada, sosos pero manejables astados de Santa María de Xalpa

Oreja y cornada a Montoyita; Hilda Tenorio y José Ignacio Corral, solventes
■ Fue herido de gravedad en la ingle

■ Mejoró la asistencia no obstante la nula promoción

Leonardo Páez

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Manuel González, Montoyita , recibe una cornada durante la séptima novillada en la Plaza de Toros México
Foto: Jesús Villaseca
En la séptima novillada en la Plaza México se lidió un bien presentado aunque soso encierro de la ganadería guanajuatense de Santa María de Xalpa, encaste español Parladé de la línea Domecq, propiedad de los señores Benigno Pérez Lizaur y Miguel Valladares García.

Partieron plaza el joven rejoneador José Ignacio Corral, de Querétaro, y los novilleros Hilda Tenorio, de Morelia, quien reaparecía luego de casi tres años, tras el percance que sufriera en la rodilla en este mismo escenario al salir de un par de banderillas, y Manuel González Montoyita, del Distrito Federal, hasta el momento triunfador indiscutible de la temporada.

Había llovido poco antes del festejo por lo que éste transcurrió sin más contratiempos que la falta de transmisión de los xalpeños, el prometedor debut del caballista queretano, la solvente pero fría actuación de la novillera moreliana y la grave cornada que recibió Montoyita de su segundo, luego de haber realizado una torera faena con su primero que le valió merecida oreja, la cuarta en su haber en este serial.

Catalán, de 376 kilos, negro de pinta y brocho de cuerna, fue el primero de Hilda Tenorio, al que de salida de la cuadrilla dio una deficiente lidia permitiendo que saltara al callejón. En los lances iniciales acusó sosería y tras un puyazo que hizo sangre, Tenorio inició su faena con delicados pero eficaces doblones que fijaron la embestida.

Vinieron luego tandas de derechazos con temple y bien rematados, así como naturales de mejor factura sin que la prometedora torera evitara caer en la falta de tono del novillo. De repente, Hilda se acordó que el arte del toreo es transmisión de emociones y ligó una vitolina, tres vibrantes derechazos y un soberbio pase de pecho que calentó el ambiente. Luego de un pinchazo en lo alto y escuchar un aviso, dejó una estocada entera por la que fue sacada al tercio entre sonora ovación. Poco para los méritos de la faena.

En su segundo, con trapío pero menos transmisión aún que el primero, Hilda derrochó voluntad con el capote en verónicas, chicuelinas, zapopinas y hermosa media, así como en muletazos por ambos lados, pero el peor enemigo de un torero no es el viento sino la falta de emotividad de un toro, que pasa y pasa sin que a la postre pase nada. Ojalá Tenorio encuentre pronto un apoderado que sepa valorar y encauzar todas las cualidades que posee.

Manuel González Montoyita, todo afición, pundonor y clase, quien hizo el paseíllo por tercera ocasión, enfrentó primero a Embajador, de 388 kilos, negro bragado y delantero de cuerna, al que recibió con hermosas verónicas de manos bajas para tras el puyazo quitar por tafalleras en el centro del ruedo.

Derechazos de impecable factura, pues el novillo era muy bueno por ese lado, seguidos de naturales con menos dimensión por la corta embestida y muletazos de trámite en los medios casi a toro parado, seguidos de un estoconazo en todo lo alto, permitieron que Montoyita cortara su cuarta oreja de la temporada en la Plaza México.

Cerró plaza, Madrileño, el mejor armado del encierro, que en un parpadeo y con el viento de cómplice prendió al novillero por la ingle y lo trajo así una eternidad

Muy buena impresión causó el rejoneador José Ignacio Corral, empeñoso siempre, con conocimientos, carisma y acierto en la colocación de los rejones, sobre una cuadra de gran calidad que le permitió templar las embestidas. Sabe estar y hacer sentir desde sus cabalgaduras.


TOROS

Ahora Castella fue cogido en España

Lumbrera Chico

Con una cornada que en 2004 requirió 80 puntos de sutura en el rostro; con los meniscos de ambas rodillas reconstruidos luego de años de cirugías, disciplina y sacrificios, pero sobre todo con la enorme afición que desde niña la hizo torera, la novillera michoacana Hilda Tenorio regresó ayer al ruedo de la Plaza México. En los momentos en que reaparecía ante el escasísimo público capitalino, el diestro francés, Sebastián Castella, pasaba su segunda noche en un hospital de Algeciras, provincia de Cádiz, “con muchos dolores, pero sin fiebre”, luego de recibir una herida por asta bovina el sábado.

Y cuando Hilda culminó su actuación, Manuel Montoya, Montoyita, su coalternante, iba también rumbo al quirófano, como lo narra la crónica de Leonardo Páez. En Internet, mientras tanto, arrecia una campaña para la supuesta “defensa” de los toros de lidia. Quienes la impulsan ignoran que si lograran la abolición de las corridas, los cornúpetas de sangre brava desaparecerían como especie, porque nadie se ocuparía de criarlos sin propósitos comerciales, ni podrían llevar una vida silvestre.

Quienes abominan la tauromaquia no reparan en que hay otros espacios donde la crueldad humana contra los animales daña directamente la salud de las personas. ¿Por qué no se levanta un movimiento en defensa de los pollos de granja? Desde que nacen son alimentados con una mezcla de maíz, efedrina para que siempre estén despiertos y comiendo, y hormonas para acelerar su crecimiento; ello, claro, con el propósito de que al cumplir tres semanas de vida tengan ya el peso suficiente para convertirse en pechugas, muslos y patas, como si fueran gallinas de verdad, dando a sus propietarios una máxima taza de ganancia en el menor tiempo posible.

¿Qué hacen tales sustancias químicas en nuestro organismo? Provocan distintos tipos de cáncer, ceguera y otros trastornos. Los animalistas desconocen que en el sacrificio de Hilda Tenorio, en el reciente martirio de José Tomás y ahora en el de Castella, como en la voluntad de todos los hombres y mujeres que se visten de luces para desafiar a las fuerzas de la naturaleza, simbolizadas en la furia de las reses bravas, hay una sublimación de los deseos colectivos de libertad, amor y justicia, que están en la base de toda la poesía, en todas las lenguas a través de los siglos. La esencia del pensamiento antitaurino, por desgracia, es la ignorancia como sus exponentes a menudo lo demuestran.


TOROS

José Cueli

Sólo futbol

España bien, coño, bien... millones de habitantes en el mundo pegados a la panta- lla televisiva fuimos bombardeados por estímulos futbolísticos en la llamada Eurocopa. Mundo futbolístico que implica la pérdida de las fronteras, nacionalidad, e individualidad. Una nueva ideología; el futbolísimo aparece como síntoma de manía colectiva. Confusión de signos y significados. Equiparación del futbol con la supremacía mundial o nacional. Como consecuencia la necesidad de afirmación del nacionalismo ante la sensación de pérdida. Cambios que rompen la continuidad y unidad personal y social.

Cambio de “nacionalidad” a los equipos triunfadores. Desborde de la imaginación y falsa conciencia de triunfo. Problemas reales desplazados y de esa forma controlados y reprimidos. La TV nos acorta las distancias. En el mismo momento se contemplaban en “casi” todos los países la final de la Eurocopa. Las mismas imágenes eran percibidas en forma reiterada hasta el cansancio, acompañadas de los anuncios de las grandes empresas. La comunicación entre los hombres dejaba de ser interna y crítica para volverse externa y superficial. Comunes denominadores simples del juego nos permitían, permiten, falsas identificaciones. Horror de estar afuera y ser excluido, la soledad y la sensación de ser diferente y no participar del espectáculo mundial que en los más débiles es desorganizante. Sensación abstracta de estar, de no quedarse con la vivencia de no pertenecer.

Control internacional del dinero, la tecnología y las ideologías. ¿Quién es el dueño? Seres difusos, vagos, que mueven los hilos invisibles de los títeres. Héroes inconcientes guiándonos vía electrónica. Mecanismo de identificación masivo a nivel mundial para no ver los fenómenos reales del mundo actual; hambre, desempleo, corrupción, etcétera. Movimiento de fácil aceptación formal que esconde su verdadera implicación: agruparnos en una nueva forma de convivencia política y de control en que la participación del gran capital internacional requiere de formas ideológicas masivas.

Ante estos fenómenos las corridas de toros tienden a desaparecer. No embonan en las nuevas ideologías futbolísticas. Sólo José Tomás se singulariza al igual que como torero y no se deja televisar. España bien, coño, bien...



OPINION Y TOROS

29/06/2008

(Roquefort-Francia) Nazaré y Payo cortan una oreja
Firma: Redaccion F

Buena entrada hoy en la plaza de toros de Roquefort en el sudoeste del país galo para la primera novillada con picadores de la temporada.

Se han lidiado 6 novillos de la ganadería de la Quinta.

Antonio Nazaré, silencio y oreja
El Payo, oreja y silencio
Javier Cortes, palmas y vuelta



30/06/2008
(Ciudad de México) Manuel González Montoyita con oreja y fuerte cornada (Crónica completa)
Firma: Rodolfo Ramírez

En la séptima corrida de la temporada novilleril, con la mejor entrada en lo que va de la temporada novilleril, en una tarde dispareja en cuanto al clima y presencia de los astados de la dehesa de Santa María de Xalpa, que en general tuvieron recorrido y algunos nobles pero sin trasmisión, lidiándose en este orden:1° Nuevo Ciclo, 2° Catalán, 3° Embajador, 4° Tesorero, 5° Alpinista y 6° Madrileño.

El rejoneador José Ignacio Corral: Palmas y pitos.

Hilda Tenorio: Saludó en el tercio, palmas tras aviso y silencio tras aviso.

Manuel González Montoyita: Oreja y cornada.

Incidencias: Montoyita sufrió una grave cornada aproximadamente de 50 centímetros, desde el muslo derecho hacia arriba penetrando el vientre y llegando a la cavidad toráxica. Su estado es grave.

Esperada actuación de la novillera Hilda Tenorio tenía la afición de la Monumental México que en todo momento le demostró a la Moreliana el cariño que aún le conserva. Sin embargo pareciera que la novillera esperanza ya no tiene ese deseo de querer ser, pues no estuvo a la altura de sus novillos que bien pudieron irse al destazadero por lo menos sin una oreja cada uno.

Con Catalán un novillo que brincó al callejón, Hilda intentó hacerle faena toreando por el lado izquierdo por ayudados y rescatando algunos pases por el lado derecho, sin embargo le faltó ese elemento especial, la fórmula que la llevó al éxito en su momento, pues no pudo concretar su faena. Despidió a su cornúpeta en el segundo viaje dejando una estocada delantera y contraria, para después recibir la ovación en el tercio, destacando que el público estuvo entregado todo el tiempo con la torera.


En el de pecho Hilda Tenorio

Alpinista fue el quinto que saltó a la arena e Hilda lo recibió con una larga de hinojos en el tercio. Al novillo le pegaron dos puyazos por lo que Montoyita salió para hacer un quite por chicuelinas después de que la novillera hizo lo mismo. Con la franela roja no logró del todo su objetivo que seguramente Hilda tenía planeado; sin trasmitir al tendido lamoreliana malogró en su faena y al matar al astado.


El público a la expectativa

Quien ha dejado un buen sabor de boca nuevamente es el novillero Manuel González Montoyita, pues toreando con cadenciosas verónicas y rematando bien ejecutada revolera recibió a Embajador, en el quite que hizo por tafalleras la afición le siguió coreando los anhelados olés. Planteando bien su faena y entregado, gustó toreando por el lado derecho y al natural rescatando un trincherazo pinturero con la diestra, con la de cobrar hilvanó un par de series de mucho mérito y valor, resolviendo con inteligencia en la cara de su cuadrúpedo. Como desenlace de su faena terminó toreando con sanjuaneras y tras una estocada efectiva sumó una oreja más en su haber de su exitosa carrera.


Montoyita entregado en los tres tercios

Y ahora que Montoyita estaba en su mejor momento vino la desgracia con su segundo-último de la tarde, es que su entrega y valor desmedido hacieron que a cómo diera lugar robara los pases imposibles que tenia Madrileño. Cuando toreaba por el lado derecho en un descuido el burel lo alzó durante algunos segundos eternos con su astifina cornamenta y fue donde vino la fuerte cornada. Por ende ya no pudo continuar e Hilda salió y abrevio toreando por la cara para terminar con los días del de Santa María de Xalpa.


Toreo de clase de Montoyita

El rejoneador José Ignacio Corral quiso agradar al público de La México pero no lo logró del todo, pues se le complicó su labor con ambos novillos, subrayando que Nuevo Ciclo y Tesorero fueron los que tenían la menor presencia del encierro. Cumpliendo en banderillas y matando muy mal, pasó por la Monumental México sin decir más. En ambos novillos el sobresaliente Manolo González hizo un quite por gaoneras y en el segundo sellevó un arropón.



José Ignacio Corral

Que pena que ahora que Manuel González Montoyita estaba en su mejor momento le vino este percance, que seguramente lo alejará por un tiempo de los ruedos impidiéndole conservar la buena racha que había ganado a pulso. Ojalá que las cosas se le sigan dando bien al joven coleta y a su tiempo lo tengamos de regreso en las plazas sumando triunfos.


30/06/2008
(Martínez de la Torre, México) Angelino con cuatro apéndices, Zotoluco y Santos también salen en hombros
Firma: Redacción M

Ante un cuarto de plaza se lidiaron novillos de Pepe Garfias.

El rejoneador Rodrigo Santos: Aplausos y dos orejas.

Eulalio López Zotoluco: Dos orejas y una oreja.

José Luis Angelino: Dos orejas y dos orejas. Al final salió a hombros del festejo.



30/06/2008
(Salinas-México) El Chihuahua se despide de novillero con el corte de un rabo
Firma: Redacción M

Ante menos de media plaza.se lidió un encierro de la ganadería de El Cerrito.

Sergio Cerezo: Silencio y palmas.

Antonio García El Chihuahua: Dos orejas y el rabo y vuelta tras dos avisos.



30/06/2008
(Ciudad de México) La cornada de Montoyita es grave: Parte Médico
Firma: Rodolfo Ramírez

Después de relializarle la cirugía a Manuel Gonzalez Montoyita, tras la cornada que le pegó Madrileño de Santa María de Xalpa, en la séptima novillada de la Temporada Chica de la Monumental México, el doctor Rafael Vázquez Bayod, expuso el siguiente parte médico:

“Cornada grave en la ingle derecha que desgarra piel y tejido de la región por 20 centímetros, y atraviesa cavidad abdominal continuando por el retro peritoneo, despegando intestino grueso y pasando por encima de los vasos ilíacos y riñón derecho, hasta la altura del estómago, sin lesionarlo. Herida de 40 centímetros de longitud; presenta también una segunda trayectoria retro peritoneal hacia arriba y afuera, de 30 centímetros, llegando a la altura del borde inferior del hígado”.

“Por la magnitud de la lesión, ésta se considera grave y estará bajo vigilancia extrema y de no existir complicaciones permanecerá hospitalizado de tres a cuatro días”.






29-Junio-2008

Arte y pasión

Alfonso López
El auto tenía el motor encendido mientras el tiempo para llegar a la plaza se extinguía. Dentro de la hacienda, sin prisa alguna, el matador alimentaba a sus perros... “No sé si vuelva y quiero que coman”, dijo José Tomás, el hombre cuya sensibilidad y valor han revolucionado el toreo.


Con el alma en un toro

Manolete, el hombre que mató muriendo y murió matando, es el máximo ídolo de José Tomás, el artista plástico, un matador capaz de pasar a un toro por el ojo de la aguja de su cuerpo y robar el alma de los espectadores que siempre terminan rendidos ante su maestría y ese valor único

Se llama José Tomás Román Martín, nació en la madrileña población de Galapagar, anda cerca de cumplir los 33 años de edad, ha sido un revolucionario del toreo desde la alternativa, en 1995, hasta un primer retiro, en 2002, y lo sigue siendo desde que regresó, el año pasado.

De un carácter muy introvertido excepto con sus amigos, amante de la reclusión y del silencio, alérgico a tratar con los comunicadores, en este retorno se ha vuelto un revulsivo que era de lo más necesario para la fiesta brava, y sus triunfos, en España, México y Francia, así como sus varios percances, han motivado llenos impresionantes en casi todas las plazas en las que se presenta.

Y es que, aun cuando todos los toreros, hasta los que no exponen ni un alamar de su terno, están retando a la muerte y, por ello, todos merecen respeto, hay quienes llevan al mayor de los extremos ese reto y ese es el caso del joven de Galapagar.

Porque, como revolucionario indiscutible del arte del toreo y, en consecuencia, al estar pisando continuamente terrenos del toro que nadie se había atrevido a pisar antes, José Tomás reta a la muerte en cada lance y en cada pase que, además, los ejecuta con un arte inconmensurable.

Ello trae a la memoria tres historias, en las que hubo retos a la muerte muy parecidos a los actuales del madrileño.

La primera, de Juan Belmonte, el llamado Pasmo de Triana, quien, cuando alguien le dijo, por los terrenos que pisó, que sólo le faltaba morir en el ruedo, para hacer más grande todavía su brillante historial, sólo contestó: “Se hará lo que se pueda”.

Sin embargo, en ese caso, los innegables retos del torero a la muerte no “prosperaron” y ésta pudo llevárselo hasta cuando, ya setentón y, según algunos por una enfermedad incurable y, según otros, por una decepción amorosa, Juan atrajo a la muerte mediante un certero escopetazo.

Como contraste, está la historia de uno de los toreros más sabios y más completos, pues ejecutaba a la perfección y con suma habilidad todas las suertes.

Era José Gómez Ortega, Gallito o Joselito, pero, en este caso, quien retó a la muerte fue la madre del torero, la viuda de Ortega, que era bailadora de flamenco, bailaora, vaya, pues dijo:

“Para que a mi hijo lo mate un toro tendría que lanzarle un cuerno.”

Por desgracia, esa vez la muerte aceptó el reto y, además, el extraordinario torero murió en plena juventud, herido en Talavera de la Reina por un toro llamado Bailador, sí, Bailador, y que llevaba el hierro de una ganadería que se anunciaba como Viuda de Ortega, sí, Viuda de Ortega.

¡Caray con la muerte!, ¿verdad?

Por desgracia, en el caso de otro revolucionario del toreo, otro que se atrevió a pisar los terrenos del toro, la muerte sí aceptó su reto.

Él era, además de un monumento al estoicismo, una estatua que toreaba, como lo es José Tomás hoy, un hombre de acrisolada honradez porque, por ejemplo, cuando alguien le dijo que por qué se jugaba la vida en esa forma en la placita de un pueblucho, recibió como respuesta un:

“¿Qué, estos no han pagado su boleto?”

Y, claro, una entrega tal le costó la vida, “al matar muriendo y al morir matando”, como acertadamente lo describió algún poeta, a Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, por cierto, el máximo ídolo de José Tomás.

Ahora, si de frases hablamos, hay una acerca del no sólo Príncipe, sino Rey de Galapagar, que refleja exactamente lo que es José Tomás en su toreo.

Ello porque, al haberle preguntado al matador Luis Francisco Esplá qué es el valor, la respuesta, como un tiro, fue:

“El valor es el sitio donde se pone José Tomás.”



Y como han sido poquísimas las entrevistas que él ha concedido en su vida, de la que le hizo en Madrid la escritora Almudena Grandes, poco antes del retorno del espada a los ruedos, me atrevo a citar algunas frases del enigmático torero:

“Hay que contar con la posibilidad de morir, hay que estar dispuesto a eso. Y hay que tener miedo, aprender a superarlo, a gestionarlo, porque no se puede ignorar. Es una locura renunciar a él”.

Con respecto a su tauromaquia, el de Galapagar, en esa entrevista, la redujo a términos muy simples, aunque a ver quién puede cumplirlos al pie de la letra: “Si te pones delante del toro y quieres, y mandas, no te coge; si en un pase el toro se te cuela, en el siguiente hay que cruzarse más, irse más para adelante”.

Es decir que, como buen revolucionario, el madrileño contradice a esa otra ortodoxa tauromaquia que decía: “Si te pones en los terrenos del toro, si no te quitas tú, te quita el toro”.

Lamentablemente, su tauromaquia le ha fallado muchas veces, al grado de poder decirse que si, por una parte, tiene a la gente con el alma en un hilo, por otra, él está con el alma en un toro.

Y ello no sólo en los ruedos, sino hasta en las plazas de tienta y tanto en este retorno como en sus inicios ya de matador de toros y no se diga en la de novillero.

Muchas de cuyas tardes, por cierto, fueron aquí en México, al grado de haber recibido varias cornadas, de las muy graves, antes de recibir la alternativa, en la plaza de toros más grande del mundo, en 1995 y a manos de Jorge Gutiérrez.

Sobrino del famoso ganadero Victorino Martín y nieto de ese don Celestino Román, que era, según lo decía, “taxista, pero de toreros”, y lo hizo dejar el futbol para que se dedicara a la lidia de reses bravas, nació el 20 de agosto de 1975.

Becerrista en 1989, novillero ya con picadores en 1992, se presentó en Madrid en 1995 y fue la primera de sus puertas grandes de Las Ventas, de donde ha salido seis veces más ya como matador y, en este retorno, una más, el 5 de junio de este año, al haber cortado cuatro orejas.

Y podrían haberlo alzado también en hombros el 15 de junio, tarde ésta en la que recibió tres cornadas, no graves desde luego, pero que no fueron como para quedarse hasta matar a su segundo toro y poder llevarse a la enfermería las bien ganadas dos orejas y, a pesar de las cornadas, no tarda en reaparecer.

Doctorado en 1995 en la México, confirmó alternativa en Madrid en 1996 y, estando en la cumbre, una tarde de 2002, en Murcia, decidió retirarse.

Su retiro originó gran cantidad de versiones avivadas aún más por el habitual hermetismo del torero.

Se dijo que había sido por miedo a morir en el ruedo, porque se había impregnado de un misticismo de los orientales, ¡hombre!, hasta se comentó que era gay.

Algo esto último claramente desmentido, si se sabe algo de la vida privada del torero al lado de su novia de hace mucho tiempo.

Torero que, rara avis, no entra a rezar a las capillas de las plazas antes de los festejos, no lleva ni medallas ni imágenes consigo, hombre enigmático al grado que uno de los libros a él dedicados se llama precisamente Rituales de un Enigma, es de desear que persista en su empeño en beneficio del espectáculo taurino al que está contribuyendo para revitalizarlo, algo que mucho se necesita.

Y, como ya es hora de rematar, procede hacerlo con una frase de José Tomás, la de “vivir sin torear no es vivir”.


Eso sí, esperemos que nunca nadie se vea obligado a parafrasearlo diciendo: “Morir toreando, también es vivir”, lo que, en el caso del formidable torero, dado lo que hace en los ruedos, no tendría nada de extraño, pero ojalá eso no suceda nunca.
El auto tenía el motor encendido mientras el tiempo para llegar a la plaza se extinguía. Dentro de la hacienda, sin prisa alguna, el matador alimentaba a sus perros... “No sé si vuelva y quiero que coman”, dijo José Tomás, el hombre cuya sensibilidad y valor han revolucionado el toreoCon el alma en un toro

Manolete, el hombre que mató muriendo y murió matando, es el máximo ídolo de José Tomás, el artista plástico, un matador capaz de pasar a un toro por el ojo de la aguja de su cuerpo y robar el alma de los espectadores que siempre terminan rendidos ante su maestría y ese valor único

Se llama José Tomás Román Martín, nació en la madrileña población de Galapagar, anda cerca de cumplir los 33 años de edad, ha sido un revolucionario del toreo desde la alternativa, en 1995, hasta un primer retiro, en 2002, y lo sigue siendo desde que regresó, el año pasado.

De un carácter muy introvertido excepto con sus amigos, amante de la reclusión y del silencio, alérgico a tratar con los comunicadores, en este retorno se ha vuelto un revulsivo que era de lo más necesario para la fiesta brava, y sus triunfos, en España, México y Francia, así como sus varios percances, han motivado llenos impresionantes en casi todas las plazas en las que se presenta.

Y es que, aun cuando todos los toreros, hasta los que no exponen ni un alamar de su terno, están retando a la muerte y, por ello, todos merecen respeto, hay quienes llevan al mayor de los extremos ese reto y ese es el caso del joven de Galapagar.

Porque, como revolucionario indiscutible del arte del toreo y, en consecuencia, al estar pisando continuamente terrenos del toro que nadie se había atrevido a pisar antes, José Tomás reta a la muerte en cada lance y en cada pase que, además, los ejecuta con un arte inconmensurable.

Ello trae a la memoria tres historias, en las que hubo retos a la muerte muy parecidos a los actuales del madrileño.

La primera, de Juan Belmonte, el llamado Pasmo de Triana, quien, cuando alguien le dijo, por los terrenos que pisó, que sólo le faltaba morir en el ruedo, para hacer más grande todavía su brillante historial, sólo contestó: “Se hará lo que se pueda”.


Sin embargo, en ese caso, los innegables retos del torero a la muerte no “prosperaron” y ésta pudo llevárselo hasta cuando, ya setentón y, según algunos por una enfermedad incurable y, según otros, por una decepción amorosa, Juan atrajo a la muerte mediante un certero escopetazo.

Como contraste, está la historia de uno de los toreros más sabios y más completos, pues ejecutaba a la perfección y con suma habilidad todas las suertes.

Era José Gómez Ortega, Gallito o Joselito, pero, en este caso, quien retó a la muerte fue la madre del torero, la viuda de Ortega, que era bailadora de flamenco, bailaora, vaya, pues dijo:

“Para que a mi hijo lo mate un toro tendría que lanzarle un cuerno.”

Por desgracia, esa vez la muerte aceptó el reto y, además, el extraordinario torero murió en plena juventud, herido en Talavera de la Reina por un toro llamado Bailador, sí, Bailador, y que llevaba el hierro de una ganadería que se anunciaba como Viuda de Ortega, sí, Viuda de Ortega.

¡Caray con la muerte!, ¿verdad?

Por desgracia, en el caso de otro revolucionario del toreo, otro que se atrevió a pisar los terrenos del toro, la muerte sí aceptó su reto.

Él era, además de un monumento al estoicismo, una estatua que toreaba, como lo es José Tomás hoy, un hombre de acrisolada honradez porque, por ejemplo, cuando alguien le dijo que por qué se jugaba la vida en esa forma en la placita de un pueblucho, recibió como respuesta un:

“¿Qué, estos no han pagado su boleto?”

Y, claro, una entrega tal le costó la vida, “al matar muriendo y al morir matando”, como acertadamente lo describió algún poeta, a Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, por cierto, el máximo ídolo de José Tomás.

Ahora, si de frases hablamos, hay una acerca del no sólo Príncipe, sino Rey de Galapagar, que refleja exactamente lo que es José Tomás en su toreo.

Ello porque, al haberle preguntado al matador Luis Francisco Esplá qué es el valor, la respuesta, como un tiro, fue:


El auto tenía el motor encendido mientras el tiempo para llegar a la plaza se extinguía. Dentro de la hacienda, sin prisa alguna, el matador alimentaba a sus perros... “No sé si vuelva y quiero que coman”, dijo José Tomás, el hombre cuya sensibilidad y valor han revolucionado el toreoCon el alma en un toro

Manolete, el hombre que mató muriendo y murió matando, es el máximo ídolo de José Tomás, el artista plástico, un matador capaz de pasar a un toro por el ojo de la aguja de su cuerpo y robar el alma de los espectadores que siempre terminan rendidos ante su maestría y ese valor único

Se llama José Tomás Román Martín, nació en la madrileña población de Galapagar, anda cerca de cumplir los 33 años de edad, ha sido un revolucionario del toreo desde la alternativa, en 1995, hasta un primer retiro, en 2002, y lo sigue siendo desde que regresó, el año pasado.

De un carácter muy introvertido excepto con sus amigos, amante de la reclusión y del silencio, alérgico a tratar con los comunicadores, en este retorno se ha vuelto un revulsivo que era de lo más necesario para la fiesta brava, y sus triunfos, en España, México y Francia, así como sus varios percances, han motivado llenos impresionantes en casi todas las plazas en las que se presenta.

Y es que, aun cuando todos los toreros, hasta los que no exponen ni un alamar de su terno, están retando a la muerte y, por ello, todos merecen respeto, hay quienes llevan al mayor de los extremos ese reto y ese es el caso del joven de Galapagar.

Porque, como revolucionario indiscutible del arte del toreo y, en consecuencia, al estar pisando continuamente terrenos del toro que nadie se había atrevido a pisar antes, José Tomás reta a la muerte en cada lance y en cada pase que, además, los ejecuta con un arte inconmensurable.

Ello trae a la memoria tres historias, en las que hubo retos a la muerte muy parecidos a los actuales del madrileño.

La primera, de Juan Belmonte, el llamado Pasmo de Triana, quien, cuando alguien le dijo, por los terrenos que pisó, que sólo le faltaba morir en el ruedo, para hacer más grande todavía su brillante historial, sólo contestó: “Se hará lo que se pueda”.

Sin embargo, en ese caso, los innegables retos del torero a la muerte no “prosperaron” y ésta pudo llevárselo hasta cuando, ya setentón y, según algunos por una enfermedad incurable y, según otros, por una decepción amorosa, Juan atrajo a la muerte mediante un certero escopetazo.

Como contraste, está la historia de uno de los toreros más sabios y más completos, pues ejecutaba a la perfección y con suma habilidad todas las suertes.

Era José Gómez Ortega, Gallito o Joselito, pero, en este caso, quien retó a la muerte fue la madre del torero, la viuda de Ortega, que era bailadora de flamenco, bailaora, vaya, pues dijo:

“Para que a mi hijo lo mate un toro tendría que lanzarle un cuerno.”

Por desgracia, esa vez la muerte aceptó el reto y, además, el extraordinario torero murió en plena juventud, herido en Talavera de la Reina por un toro llamado Bailador, sí, Bailador, y que llevaba el hierro de una ganadería que se anunciaba como Viuda de Ortega, sí, Viuda de Ortega.

¡Caray con la muerte!, ¿verdad?

Por desgracia, en el caso de otro revolucionario del toreo, otro que se atrevió a pisar los terrenos del toro, la muerte sí aceptó su reto.

Él era, además de un monumento al estoicismo, una estatua que toreaba, como lo es José Tomás hoy, un hombre de acrisolada honradez porque, por ejemplo, cuando alguien le dijo que por qué se jugaba la vida en esa forma en la placita de un pueblucho, recibió como respuesta un:

“¿Qué, estos no han pagado su boleto?”

Y, claro, una entrega tal le costó la vida, “al matar muriendo y al morir matando”, como acertadamente lo describió algún poeta, a Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, por cierto, el máximo ídolo de José Tomás.

Ahora, si de frases hablamos, hay una acerca del no sólo Príncipe, sino Rey de Galapagar, que refleja exactamente lo que es José Tomás en su toreo.

Ello porque, al haberle preguntado al matador Luis Francisco Esplá qué es el valor, la respuesta, como un tiro, fue:

“El valor es el sitio donde se pone José Tomás.”

Y como han sido poquísimas las entrevistas que él ha concedido en su vida, de la que le hizo en Madrid la escritora Almudena Grandes, poco antes del retorno del espada a los ruedos, me atrevo a citar algunas frases del enigmático torero:

“Hay que contar con la posibilidad de morir, hay que estar dispuesto a eso. Y hay que tener miedo, aprender a superarlo, a gestionarlo, porque no se puede ignorar. Es una locura renunciar a él”.

Con respecto a su tauromaquia, el de Galapagar, en esa entrevista, la redujo a términos muy simples, aunque a ver quién puede cumplirlos al pie de la letra: “Si te pones delante del toro y quieres, y mandas, no te coge; si en un pase el toro se te cuela, en el siguiente hay que cruzarse más, irse más para adelante”.

Es decir que, como buen revolucionario, el madrileño contradice a esa otra ortodoxa tauromaquia que decía: “Si te pones en los terrenos del toro, si no te quitas tú, te quita el toro”.

Lamentablemente, su tauromaquia le ha fallado muchas veces, al grado de poder decirse que si, por una parte, tiene a la gente con el alma en un hilo, por otra, él está con el alma en un toro.

Y ello no sólo en los ruedos, sino hasta en las plazas de tienta y tanto en este retorno como en sus inicios ya de matador de toros y no se diga en la de novillero.

Muchas de cuyas tardes, por cierto, fueron aquí en México, al grado de haber recibido varias cornadas, de las muy graves, antes de recibir la alternativa, en la plaza de toros más grande del mundo, en 1995 y a manos de Jorge Gutiérrez.

Sobrino del famoso ganadero Victorino Martín y nieto de ese don Celestino Román, que era, según lo decía, “taxista, pero de toreros”, y lo hizo dejar el futbol para que se dedicara a la lidia de reses bravas, nació el 20 de agosto de 1975.

Becerrista en 1989, novillero ya con picadores en 1992, se presentó en Madrid en 1995 y fue la primera de sus puertas grandes de Las Ventas, de donde ha salido seis veces más ya como matador y, en este retorno, una más, el 5 de junio de este año, al haber cortado cuatro orejas.

podrían haberlo alzado también en hombros el 15 de junio, tarde ésta en la que recibió tres cornadas, no graves desde luego, pero que no fueron como para quedarse hasta matar a su segundo toro y poder llevarse a la enfermería las bien ganadas dos orejas y, a pesar de las cornadas, no tarda en reaparecer.

Doctorado en 1995 en la México, confirmó alternativa en Madrid en 1996 y, estando en la cumbre, una tarde de 2002, en Murcia, decidió retirarse.

Su retiro originó gran cantidad de versiones avivadas aún más por el habitual hermetismo del torero.

Se dijo que había sido por miedo a morir en el ruedo, porque se había impregnado de un misticismo de los orientales, ¡hombre!, hasta se comentó que era gay.

Algo esto último claramente desmentido, si se sabe algo de la vida privada del torero al lado de su novia de hace mucho tiempo.

Torero que, rara avis, no entra a rezar a las capillas de las plazas antes de los festejos, no lleva ni medallas ni imágenes consigo, hombre enigmático al grado que uno de los libros a él dedicados se llama precisamente Rituales de un Enigma, es de desear que persista en su empeño en beneficio del espectáculo taurino al que está contribuyendo para revitalizarlo, algo que mucho se necesita.

Y, como ya es hora de rematar, procede hacerlo con una frase de José Tomás, la de “vivir sin torear no es vivir”.

Eso sí, esperemos que nunca nadie se vea obligado a parafrasearlo diciendo: “Morir toreando, también es vivir”, lo que, en el caso del formidable torero, dado lo que hace en los ruedos, no tendría nada de extraño, pero ojalá eso no suceda nunca.







Macías en grande

Al grito de “Viva Aguascalientes”, el matador hidrocálido Arturo Macías se alzó ayer como el triunfador de la Gran Corrida de Lujo efectuada en la plaza de Toros Monumental Lorenzo Garza, al cortar dos orejas, rabo y salir a hombros del redondel.
30-Junio-08

Al grito de “Viva Aguascalientes”, el matador hidrocálido Arturo Macías se alzó ayer como el triunfador de la Gran Corrida de Lujo efectuada en la plaza de Toros Monumental Lorenzo Garza, al cortar dos orejas, rabo y salir a hombros del redondel.

A pesar de ser una corrida fuera de temporada, los aficionados a la fiesta taurina respondieron al llamado de los diestros que se entregaron en el redondel, al reunirse poco más de tres mil personas en el coso regiomontano.

En su segundo de la tarde, Macías fue de menos a más. Su astado, de nombre Imponente, no se presentó como tal, pero el hidrocálido logró sacarle lo mejor, al grado de realizar una excelente combinación de paseíllos y con estocada bien colocada arrancó los aplausos del tendido, que ya se le había entregado.

Su actuación le valió dos orejas, rabo y arrastre lento. Previo, había recibido silencio al fallar con la espada con Precioso.

Triunfador en la Monumental Plaza México en la temporada 2006-2007, Macías no podía irse con las manos vacías de la plaza regiomontana, máxime que en el año pasado se había presentado con oreja.

El regiomontano José Antonio Adame, encargado de abril el cartel, mató al primer viaje y cortó oreja a Safari. En su segundo, estuvo bien con el capote y las banderillas, pero pinchó entres ocasiones para palmas.

El colombiano Ricardo Rivera fue el más accidentado. Navegante lo levantó, rompiéndole la telerilla a la altura del muslo izquierdo.

Al final salió descalzo y con tibias palmas. Con Plateado, su banderillero recibió ovaciones y Rivera pinchó.

Los astados fueron presentados por la ganadería Begoña.
Martha Cedillo. Monterrey



OREJA Y CORNADÓN A MONTOYITA

Lluvia y sol. Triunfo y tragedia. Montoyita corta oreja a su primero y cornada penetrante de vientre desde la ingle derecha en su segundo.

Monumental México. Tarde con ambiente, mejora la entrada. Mano a mano entre Montoyita e Hilda Tenorio, alternando con el caballista queretano José Corral.

Disparejo encierro guanajuatense de Sta. María de Xalpa, destacando 2° y 3° por dóciles, aunque débiles.

Corral mostró buena monta pero con inconstancias frente al toro. En el que abrió plaza se vio solvente y en su segundo mató muy trasero para escuchar pitos.

La voluntad de Hilda Tenorio fue evidente, afloró su poca técnica, a pesar de tener el público a su favor. Saludo después del noble segundo, novillo que tenia las orejas prendidas con alfileres y en su difícil segundo oyó un aviso entre dudas. Mato al que cerró plaza tras la herida de Montoyita.

El capitalino Montoyita cortó una oreja al débil tercero, que era un cheque al portador de nobleza y en el sexto vino la tragedia y recibió un cornadón que los doctores de plaza sospechan que al tiene, al menos tiene 40 cm. de profundidad, yendo desde la ingle derecha hasta el vientre.

Octavio X. Lagunes. Ciudad de México






Toros


Manuel González Montoyita duró una eternidad con el pitón clavado y el novillo romaneando feamente y haciendo destrozos en la humanidad del novillero. Foto: Juan Ramos/
ESTO30 de junio de 2008

Cornada grave a Montoyita
A pesar de ello, sumó su cuarta oreja en la campaña

Horacio Soto Castro

Manuel González Montoyita vio la luz y sombra de la fiesta al cortar una oreja -la cuarta de su campaña- y sufrir una seria y grande cornada en la región inguinal del lado derecho que no le permitió matar a su segundo enemigo, que lo hizo la michoacana, pero salió como triunfador de esta confrontación con la torera Hilda Tenorio, quien solamente alcanzó a saludar en el tercio mientras el rejoneador José Ignacio Corral fue aplaudido en uno y silenciado en el otro.

Se hizo efectiva la sentencia de agua antes de las tres, buena tarde es.

Pues a pesar de que antes de la hora mágica estuvo lloviendo, el público y aficionados atraídos por el mano a mano registraron la mejor entrada de esta campaña y pudieron presenciar su espectáculo sin sufrir los embates climatológicos, pero la expectativa no se cubrió plenamente, lo que desilusionó un tanto a los presentes porque se esperaba más del festejo.

Había ambiente en los tendidos y al abrirse la puerta de cuadrillas estallaron los aplausos para saludar a los alternantes y el olé singular se dejó escuchar en toda su intensidad. Seguramente se le borró la duda a Hilda Tenorio y al final del despeje de cuadrillas la hicieron salir al tercio para una cariñosa bienvenida: invitó a Montoyita, a quien también le aplaudieron con calor y en menor escala al rejoneador José Ignacio Corral.

Repetimos, no se cubrieron las expectativas y habrá que achacárselo al ganado, que aunque se dejó meter mano, no se prestó para el lucimiento de los alternantes. Ahora que con carteles de esa categoría la gente regresará a la plaza.

El encierro Santa María de Xalpa fue terciado, se podría decir muy justo de presentación y acudieron a los caballos, pero tuvieron un desempeño flojo y en el tercio mortal anduvieron faltos de alegría, sosones y sin malas ideas.

MONTOYITA

Manuel González Montoyita ya con la miel en los labios luego de la oreja que había cortado, salió para su segundo novillo, que no le fue franco en la embestida para torearlo de capote se concretó a bregar y lo hizo estupendamente para escuchar aplausos. Luego de la suerte de varas, se fue casi a los medios para iniciar su faena de muleta. Apenas iba a presentar la muleta con la derecha, el novillo se le venció y lo prendió seco. Seguramente sintió que traía el pitón clavado y con las dos manos trataba de defenderse porque el novillo romaneaba feamente y no soltaba a su presa hasta que lo lanzó a la arena. Montoyita no se pudo detener en pie y se llevó las manos a la zona inguinal derecha y se le doblaron las piernas y en su rostro muy marcado el rictus de dolor con la cara ensangrentada, todo maltrecho. Las asistencias se lo llevaron a la enfermería donde lo estabilizaron para después internarlo en el sanatorio Mosel. Ya no salió e Hilda Tenorio mató ese novillo.

Con su primero, Manuel González reafirmó su temple, su clase y arte y que se ha revelado como un gran estoqueador. La faena no fue de las llamadas históricas, pero sí llevó una fuerte dosis de arte como para plasmarla en un mural. Inició su obra torera cuando salió el sol para que el público la viera claramente. De salida engarzó una serie de seis verónicas con las zapatillas bien plantadas en la arena, las manos muy abajo y al capote darle la lentitud y ritmo para que resultaran sedeñas. Grandes ovaciones se dejaron escuchar.

Luego se volvió a plantar en la arena y largó un quite por tafalleras deletreando el lance.

La faena de muleta la inició toreando por alto para intercalar un pase de la firma y de trinchera desdeñando al tiempo de tan despacio que las realizó. Se dio a torear exhibiendo su arte. Los ayudados fueron de gran calidad de una templanza increíble y logrando pases de vuelta entera. Salió de la serie regustándose para seguir con más ayudados y el de pecho para que los sombreros cayeran en la arena. Naturales de gran calidad. Fue desarmado y se fue por el percal que no lo quería perder, se cayó en la cara del novillo que hizo por él y se vio en apuros. Toreo por riverinas preparándolo para matarlo. Se fue por derecho y cobró un soberbio estoconazo que partió a la res, que se resistía a morir. Oreja se otorgó y aplausos al toro, así como no se hicieron esperar las dianas a favor del diestro.

HILDA

Hilda Tenorio tuvo una actuación más que meritoria, pues tuvo momentos buenos que le corearon tomando en cuenta que hacía su reaparición en la México luego de tres años de ausencia. No desentonó ni se desdibujó, se vio confiada, pero además con sitio. Aunque sí se pudo observar que no en el nivel que alcanzó un día y por momento como que le asaltaban las dudas. El público la quería ver y no cesaron en gritar "venga Hilda... venga Hilda...". Pases preliminares doblándose para entrar a la faena. Se fue al centro del ruedo y fue acortando distancias para iniciar con ayudados en tandas cortas, pero con temple y mando. Luego los naturales de buena exposición y rematados con el de pecho. Intercaló la vitolina, y molinetes y más naturales, pero sin llegar a alcanzar niveles superiores. Vino el desencanto luego de un pinchazo y estocada por lo que todo quedó en salida al tercio. Con su segundo, el más cuajado, lo recibió con una larga y después toreó por chicuelinas. Faena por ambos lados con buen diseño sin que hubiera eco en los tendidos. No estuvo acertada a la hora de matar y hasta escuchó un aviso. Mató el que hirió a "Montoyita" que fue un tanto complicado y la tarasca se concretó a lidiar atinadamente y fue aplaudida. Nuevamente falló a la hora oficiar con la espada y escuchó otro aviso.

CORRAL

José Ignacio Corral hizo su debut en la Plaza México y sin tener una labor deslumbrante estuvo bien en términos generales. Mostró su buena monta, muy hábil para conducir a sus cabalgaduras y certero en rejones, banderillas largas y cortas. Al primero lo mató de rejón trasero y al otro de un rejonazo caído. Quien llamó la atención fue el sobresaliente Manuel González, acapulqueño, quien en su turno en quites dejó ver su afición y deseos de torear aunque fue prendido en varias ocasiones.


La herida tiene dos largas trayectorias
Bajo vigilancia extrema



Horacio Soto Castro

El novillero Manuel González Montoyita fue intervenido anoche en el hospital Mocel, de la grave cornada que sufrió la tarde de ayer en la Plaza México. La intervención quirúrgica concluyó pasadas las 22 horas, y fue atendido de una cornada de dos trayectorias: una de 40 centímetros y la otra de 30. El médico de la Plaza México, Rafael Vázquez Bayod, consideró que la herida es grave y que el torero estará bajo vigilancia médica extrema. Al término de la operación expidió el siguiente parte médico.

PARTE MÉDICO

Cornada grave en la ingle derecha que desgarra piel y tejido de la región por 20 centímetros, y atraviesa cavidad abdominal continuando por el retro peritoneo, despegando intestino grueso y pasando por encima de los vasos ilíacos y riñón derecho, hasta la altura del estómago, sin lesionarlo. Herida de 40 centímetros de longitud; presenta también una segunda trayectoria retro peritoneal hacia arriba y afuera, de 30 centímetros, llegando a la altura del borde inferior del hígado. Por la magnitud de la lesión, ésta se considera grave y estará bajo vigilancia extrema y, de no existir complicaciones, permanecerá hospitalizado de tres a cuatro días.



Rabo para "El Cejas", en Monterrey
José Luis Angelino, tarde triunfal



Monterrey, NL.- Entrada regular; toros de Begoña, bien presentados y buenos en general; sobresalió el quinto, de nombre Imponente. Juan Antonio Adame, que elaboró dos trasteos relevantes, cortó la oreja de su primer toro y escuchó ovación en su segundo; Arturo Macías, ovación en su primer toro y en su segundo, tras armar la escandalera con una faena variada y con pases de todas marcas, cortó dos orejas y el rabo; los restos del toro merecieron la vuelta al ruedo. Ricardo Rivera hizo dos faenas importantes, sin embargo, las malogró con el acero y se retiro entre ovaciones.

CUATRO OREJAS PARA ANGELINO

Martínez de la Torre, Veracruz.- La plaza registró media entrada; se lidiaron novillos de Pepe Garfias, buenos. El rejoneador Rodrigo Santos, aplausos en su primer toro y cortó las dos orejas de su segundo. A pie, "Zotoluco", gran actuación en la que cortó dos orejas de su primer toro y una del segundo. Por su parte, José Luis Angelino ha estado en plan grande y esta tarde ha salido triunfante, con el corte de cuatro orejas -dos de cada toro-. Angelino cuajó dos faenas completas, entregado y con muchas ganas de triunfar, lo cual le fue recompensado. Al final salió a hombros del festejo.

"EL CHIHUAHUA" TAMBIÉN CORTÓ RABO

Salinas, Coahuila.- Media entrada. Ganado de El Cerrito, regulares. Sergio Cerezo, silencio y palmas; Antonio García "El Chihuahua", que se despidió como novillero, cortó dos orejas y el rabo en su primer toro, y en el segundo, tras dos avisos, dio vuelta.

INDULTO A VICENCIO

Tlaxcala.- Media entrada. Novillos de Vicencio, buenos, con indulto al quinto. Rogelio Sánchez, oreja y oreja; Karla de los Ángeles, ovación, y a su segundo novillo lo indultó y dio vuelta con el ganadero. Melina Parra, al tercio en su lote.


Otra oreja para "El Payo"
Ahora en Roquefort



Roquefort, Francia.- Buena entrada hoy en la plaza de toros de Roquefort, en el sudoeste del país galo, para la primera novillada con picadores de la temporada.

Se han lidiado 6 novillos de la ganadería de La Quinta.

Antonio Nazaré, silencio y oreja.

El mexicano Octavio García "El Payo", oreja y silencio.

Javier Cortés, palmas y vuelta.


Juvenil cartel en Monterrey

EN el interior del país siguen programándose pocos festejos y para este día solamente habrá en Monterrey y Martínez de la Torre.

El cartel para la corrida extraordinaria que se dará en la plaza Monumental es de carácter juvenil con coletas a los que se les impulsará por las cualidades que poseen: Así estarán Juan Antonio Adame, Arturo Macías "El Cejas" y el colombiano Ricardo Rivera con un bien presentado encierro de Begoña.

La tercia ha despertado interés y seguramente se registrará una buena entrada. Adame, un torero que cubre los tres tercios; el carismático Arturo Macías "El Cejas", que está con más deseos que nunca y el colombiano que es toda afición, valor y deseos.

Los toros de Begoña están debidamente presentados y son de los que se prestan para el lucimiento de los espadas.

En Martínez de la Torre anuncian al caballista Rodrigo Santos y a pie a Eulalio López "Zotoluco" y José Luis Angelino con Pepe Garfias.


Hernández Gárate, a hombros


PUEBLA, Pue.- El rejoneador potosino Jorge Hernández Gárate fue el triunfador de la corrida de rejones que se realizó el viernes por la noche en el Relicario, de Puebla, al cortar dos orejas, luego una destacada actuación con sus finos equinos. Cubrió acertadamente todos los tercios y, sobre todo, que mató al primer golpe. En el otro fue ovacionado previos dos avisos al fallar con la espada. Rodrigo Santos, vuelta y vuelta, y Pedro Louceiro III al tercio y una oreja. La plaza registró media entrada y se jugaron astados de Malpaso, Santa Fe del Campo y de Ajuluapan.

TULANCINGO.- Corrida en honor de Gerardo del Villar, quien se retira de los ruedos como forcado. Fue y es un fuerte impulsor de esa rama de la tauromaquia. Se jugaron astados de Huichapan. Jorge Hernández Gárate, dos orejas y salida a hombros. Gerardo del Villar fue largamente ovacionado al realizar estupenda pega. Jorge de Jesús Gleason, dos orejas; Pablo Campero, ovacionado; Tomás Caballero sufrió una cornada de dos trayectorias en la zona rectal.





Orejas y rabo para "El Cejas" en Monterrey
El HIDROCALIDO

Arturo Macías El Cejas ratificó que nuevamente está en gran forma y listo para pelear por el primer escalafón de la Fiesta en México al cuajarle al quinto de la tarde una faena por demás emotiva que hizo que la gente se le entregara por completo para cortarle las dos orejas y el rabo, en la primera corrida de la temporada 2008 en la norteña ciudad de Monterrey, en la que Juan Antonio “La Balita” Adame también obtuvo un trofeo.
El colombiano Ricardo Rivera se fue de vacío por fallar con la espada.
Con regular entrada en los tendidos, se lidiaron seis toros de Begoña, bien presentados y buenos en líneas generales, destacando el quinto que fue magnífico.
Juan Antonio Adame estuvo valiente con el primero, al que realizó una faena interesante para cortar una oreja.
En el cuarto fue ovacionado, escapándosele el triunfo por sus fallas con la espada.
Por su parte Arturo Macías, que había estado en gran plan con su primero al que lamentablemente pinchó hasta en tres ocasiones para ser muy aplaudido, se superó con ese quinto al que le hizo una faena de mucho poderío y con pases de todas las marcas.
El Cejas se recreó con la muleta, destacando tres series de derechazoas que fueron un verdadero poema y como mató de un estoconazo fulminante fue premiado con las dos orejas y el rabo para dar dos vueltas al ruedo.
No cabe duda, "El Cejas" está en gran plan.
Mientras tanto el colombiano Ricardo Rivera tuvo destellos en sus dos enemigos, tercero y sexto, pero falló con la espada y escuchó aplausos en ambos.

UNA GRAN TARDE

MARTINEZ DE LA TORRE, Ver. (EFE).- El rejoneador mexicano Rodrigo Santos y los diestros Eulalio López “Zotoluco” y José Luis Angelino se repartieron nueve orejas en la corrida celebrada hoy en la ciudad de Martínez de la Torre, en el estado de Veracruz.
Con casi lleno en la plaza, se lidiaron seis toros de Pepe Garfias, bien presentados y de magnífico juego que permitieron el éxito de los toreros.
Santos, ovación en el primero y dos orejas en el cuarto.
“Zotoluco”, faena torera y entendida en el segundo para cortar dos orejas, y una más en el quinto.
Angelino, tarde completa con dos faenas que calaron en los tendidos: dos orejas del tercero y dos más del sexto.



Puerta Grande para Perera en Soria
Paco Romera
Soria/Agencias

Miguel Angel Perera ha salido ayer en hombros de la plaza de toros de Soria tras cortar dos orejas. El primero trofeo lo paseó del tercero de la tarde, al que Perera enjaretó un primoroso quite por tafalleras. Fue un toro noble y claudicante al que Perera le hizo una faena mayestática, muy vertical y de enorme limpieza, que gravitó sobre su poderío y su generoso esfuerzo. La estocada certera con la que culminó el trasteo le hizo merecedor de un trofeo. Con el noble sexto, Perera generó una faena en la boca de riego y aunque no pudo bajar la mano en los compases iniciales, poco a poco le dio confianza al astado y logró una faena compuesta resuelta de una buena estocada.
Matías Tejela, por su parte, en el primero de sus toros dejó patente su disposición, e hizo una faena que buscaba la transmisión con el público. El toro era un poco rebrincado y él se ha mostrado firme. La gran estocada con la que finiquitó su labor le hizo merecedor del trofeo. Al quinto, un buen toro, de condición manejable y con fijeza, Tejela lo entendió bien y aunque se mostró un punto arrebatado, volvió a demostrar una buena disposición. Le puso fibra el diestro a una faena larga, pero el fallo con los aceros le impidió pasear algún trofeo más.
Javier Conde, por último, se ha encontrado en primer lugar con un toro que no ha llegado a romper y con el que no acabó de acoplarse. En el segundo de su lote, un toro manejable que ha claudicado, Conde ha querido reencontrarse con el público y ha mostrado algunos chispazos de su personal concepto, llegando a hacer sonar la música. Sin embargo, la faena decreció en intensidad en sus compases finales.


Impactante cornada a "Montoyita"

México, D.F.
Notimex/
El diestro capitalino Manuel González Montoyita cortó una oreja, pero a cambio sufrió hoy una impactante cornada en la zona de la ingle, que lo llevó directo al hospital, en lo que fue la séptima tarde de la Temporada Chica 2008 en la Plaza México.
Montoyita alternó con la novillera michoacana Hilda Tenorio y con el rejoneador queretano José Ignacio Corral, con quienes lidió ejemplares de la dehesa de Santa María de Xalpa, buenos en presencia y juego.
El joven torero fue llevado a la enfermería del coso de Insurgentes enmedio de una gan conmoción, para ser estabilizado y después acudir al hospital para ser operado por el médico Rafael Vázquez Bayod y su equipo.
En su primer turno, Montoyita lidió a Embajador, de 388 kilos, con el que estuvo valiente y decidido a remachar sus dos triunfos anteriores y lo logró.
Consiguió una faena variada y lucida ante el mejor novillo del encierro, al que aprovechó con capa y muleta, hasta conseguir un trasteo meritorio, el cual coronó con estoconazo fulminante para cortar una oreja.
Con este trofeo, Montoyita se consolidó como el único y máximo triunfador del serial menor en el coso de Insurgentes, al totalizar ya cuatro orejas.
Hilda Tenorio lidió a Catalán (376 kgs.), con el que estuvo valiente y decidida a triunfar en este su regreso a la Plaza México, después de casi tres años de ausencia.
Lució con la capa y con la muleta hilvanó tandas variadas y lucidas que gustaron, en especial por el temple y lentitud que les impuso. Al final tuvo fallas con el acero y se llevó una merecida salida al tercio.
Con su segundo, Alpinista (443 kgs.), Hilda volvió a mostrar empeño y clase, sin embargo, ahora tuvo algunos problemas por lo brusco del rival, el cual se le complicó. Despachó de pinchazo y espadazo y se fue con ovaciones.
El caballista Corral logró una primera monta variada y lucida al principio, sin embargo, vino a menos en su labor, luego de algunos problemas que tuvo para contener el embiste de Nuevo Ciclo. Falló al matar y escuchó palmas.
Con su segundo ejemplar, José Ignacio Corral volvió a mostrar ganas y valor, sin embargo, le pesó su debut en el máximo coso del país, por lo que se fue con división de opiniones al final de su labor.


Hilda se va satisfecha a medias

México, D.F. Notimex/
La novillera michoacana Hilda Tenorio se mostró satisfecha a medias en esta su reaparición en la Plaza México, después de tres años de ausencia, y a la vez lamentó la grave cornada que sufrió el capitalino Manuel González Montoyita.
La joven novillera indicó que en este festejo, el séptimo de la Temporada Chica, las cosas no le resultaron como lo había planeado, en lo que denominó como una tarde de expectación y al final de decepción, sin embargo se dijo contenta por su regreso.
Me sentí bien a medias y no fue lo que yo esperaba, lo mejor de esta tarde fue el cariño que me mostró todo el público y con eso me voy feliz y en espera de regresar pronto para tener un mejor resultado, dijo.
Confió que la empresa de la Plaza México la tome en cuenta para futuros compromisos, ya que esta espinita no la quiere guardar, sino sacarla lo más pronto posible y qué mejor que con un triunfo en este majestuoso escenario.
Ojalá la empresa me tome en cuenta para más adelante, hoy las cosas no se dieron y todavía el percance de mi compañero Montoyita se agregó a esta situación, espero en Dios que no sea muy grave y se recupere pronto para volverlo a enfrentar dentro del ruedo.






ENTREVISTA: RAMÓN CALDERÓN Presidente del Real Madrid
"Dios es del Real Madrid"


KARMENTXU MARÍN 29/06/2008

Pregunta. ¿Qué ha puesto en la porra del partido de esta noche?

Perfil
Ramón Calderón Ramos

A FONDO
Nacimiento: 26-05-1951 Lugar: (Palencia)
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Respuesta. Gana España 2-0.

P. ¿Controlar el Bernabéu y Las Ventas no es tener más poder que Botín?

R. De ninguna manera. Es tener la oportunidad de vivir dos aficiones desde la primera línea.

P. ¿Se cruzan más cornadas aquí o en la plaza de toros?

R. Pues aquí se cruzan algunas, ¿eh? Pero sin sangre. Aquí las cornadas están en el alma.

P. ¿Por qué hay siempre más candidatos a presidir el Real Madrid que el Gobierno?

R. Porque éste es un puesto muy divertido para quienes nos gusta el fútbol y sentimos el Madrid. Y, qué duda cabe, también hay algún componente de vanidad.

P. ¿Y en La Moncloa, no?

R. A mí me parece una gran responsabilidad. Cualquiera no es capaz de afrontar un reto así.

P. No comparará el morbo del palco del Bernabéu con el del Consejo de Ministros.

R. El palco me parece más divertido, pero también se sufre mucho.

P. ¿Quién es el más revoltoso? ¿Rubalcaba?

R. Él no viene. Pero Esperanza Aguirre se manifiesta, y parece que disfruta con el fútbol. También me sorprendió Pepe Bono en el partido contra el Barcelona.

P. ¿Y los más fieles?

R. Del mundo de la política, Enrique Múgica es un seguidor impenitente; otro que disfruta muchísimo es el presidente del Supremo, Francisco Hernando.

P. ¿Se mueve más dinero en el palco o en la Bolsa?

R. Yo he querido que no hubiera negocios, y creo que la gente viene a disfrutar del fútbol. Pero qué duda cabe de que aquí conoce a personas que pueden tener interés para sus negocios.

P. Fue abogado de Isabel Pantoja. Eso sí que es fichar galácticos.

R. Fue una relación más, consecuencia de mi amistad con el torero. Yo la abordé desde el punto de vista jurídico.

P. ¿Ser albacea testamentario de Paquirri le hizo heredar algún cuerno, o alguna finquita?

R. No, no me tocó nada. Lo hice desinteresadamente. Me pareció que era una obligación que tenía como amigo del fallecido.

P. ¿Hay más lío en el PP o en el vestuario del Madrid?

R. En el vestuario, ninguno. Estamos en una situación magnífica, que hace tiempo que no se vivía. En el PP sé que hay los movimientos normales de cualquier partido que acaba de perder otra vez unas elecciones.

P. ¿Es cierto que financian al Papa para que vista de blanco?

R. No, pero yo digo muchas veces que no es una casualidad, y que Dios es del Real Madrid. Eso hace que su representante en la tierra vaya de blanco.

P. En Nueva York le detuvieron creyéndole un narco. ¿Tanto se le nota?

R. Yo espero que no. Fue consecuencia de alterar mis apellidos en la tarjeta de embarque.

P. Creía que era porque en usted hasta el polvo es blanco.

R. Pues yo, desde luego, soy muy blanco [ríe], pero el polvo ése, afortunadamente, ni se me ha ocurrido probarlo.

P. ¿Los jugadores deben ser castos antes de los partidos?

R. Son gente joven, y cada cual administra su vida. Pero yo estoy muy satisfecho y orgulloso de los míos. Se comportan como auténticos profesionales del deporte.

P. ¿Y usted es casto antes de un partido?

R. Yo, pues depende [ríe]. Depende de las circunstancias.

P. ¿Y después?

R. Pues también depende.

P. Dijo que Ronaldo ha sido el Curro Romero del fútbol. ¿Quién es José Tomás?

R. Pues no sé, porque Tomás lo que representa es la valentía, el arrojo y el desprecio absoluto al riesgo; y ahora mismo en el fútbol creo que eso no se produce.

P. Y luego dice que tiene el vestuario apañado.

R. Digamos que los jugadores que tienen coraje, garra, Raúl, Iker Casillas, podrían ser la extrapolación del mundo de los toros al del fútbol.

P. ¿Florentino Pérez y usted se darían la espalda sin grave riesgo mutuo?

R. [Ríe] Yo no quiero el mal de nadie, y he decidido estar aquí estos cuatro años tratando de no pensar en el pasado.

P. "Un jugador del Madrid no paga nunca donde va". ¿Le importaría ficharme?

R. Es que los jugadores del Madrid son solicitados por todo el mundo, y eso me parece normal. Lo suyo habría que pensarlo, a ver si podemos colocarla en un sitio adecuado.

P. Dice que en el vestuario hay vanidad y ego. ¿Y en el despacho del presidente?

R. Pues también. Es propio de gente muy expuesta al público. Pero lo digo en sentido positivo.

P. En el colegio, en La Salle, sacó sobresaliente en latín. ¿Sabe hasta latín?

R. Pues hay que saberlo en la vida, ¿eh? Me acuerdo de aquello de Aquiles, el de los pies veloces.

P. Eso era en griego.

R. Pues ya no me acuerdo del latín. Pero manejo bien situaciones difíciles. Con habilidad.


Perfil
Tiene 57 años y tres hijos, y es sobrino nieto de un ministro de Alfonso XIII, pero dice que no querría imitarle ni muerto. Disfruta siendo el gran jefe merengue, puesto desde donde posiblemente toca más poder y puede nadar con facilidad en muchas aguas. Cofrade palentino de Nuestra Señora de la Soledad, le gusta el golf, el mar, la nieve, y leer a Delibes, Vargas Llosa y García Márquez. Corre seis o siete kilómetros diarios.






Oreja y cornada se llevó Montoyita


Momentos de angustia vivió Montoyita, al ser empitonado por "Madrileño".La Prensa
29 de junio de 2008

Javier Trejo

Manuel González "Montoyita" volvió a conseguir el triunfo, al cortar su cuarta oreja de la presente temporada, al primero de su lote, pero su segundo le propinó tremenda y grave cornada en el vientre que lo mandó al hospital, mientras que la novillera Hilda Tenorio tuvo una salida al tercio en su reaparición en la Plaza México durante la séptima novillada de la Temporada Chica 2008.

Por su parte, el rejoneador queretano José Ignacio Corral no estuvo a la altura y salió bajo los abucheos de los aficionados que se dieron cita en gran número en los tendidos del coso de Insurgentes en lo que se podría decir que ha sido la mejor entrada del serial del presente año.

Se lidió un encierro de la ganadería de Santa María de Xalpa, que estuvo bien presentado y que se dejaron torear, el segundo y tercero del encierro fueron despedidos con aplausos en el arrastre.

MONTOYITA
Manuel González "Montoyita" recibió al corrido en tercer lugar "Embajador", herrado con el número 189 y peso de 388 kilos, y lució con su labor con el capote tanto en lances como en quites para llevarse fuerte ovación. Con la muleta de igual forma realizó un buen trasteo y emocionó a los aficionados con sus pases en redondo, muy valiente y torero. Cuando toreaba por naturales se metió en problemas y cayó al ruedo estuvo a merced del astado y se salvó de la cornada, se levantó para culminar con una tanda de manoletinas y pasaportar de una entera para llevarse el apéndice. Con su segundo "Madrileño", número 198 y peso de 365 kilos, un burel bien armado que se le complicó a Montoyita cuando comenzó su faena con la muleta y al ejecutar sus derechazos el novillo lo prendió con tremenda cornada en el vientre. Hilda Tenorio terminó con el astado aunque tuvo problemas con el acero y escuchó un aviso.

HILDA TENORIO
La novillera de Michoacán, Hilda Tenorio tuvo un buen recibimiento de los aficionados que con una fuerte ovación le manifestaron su cariño. "Catalán", número 189 y peso de 376 kilos, fue el primero de su lote y lo toreó por ambos lados para el agrado de los aficionados. Mató al segundo viaje para saludar en el tercio. A su segundo "Alpinista", número 182 y peso de 443 kilos, lo recibió con un afarolado de rodillas muy valiente y con ganas de triunfar, intentó un par de zapopinas bien intencionadas. Con la muleta tuvo buenos detalles, pero sin transmitir e incluso la gente le exigió un poco más. Mal con la espada, escuchó un aviso para irse en silencio.

JOSE CORRAL
El rejoneador José Ignacio Corral no estuvo a la altura y batalló con sus astados, incluso en el primero el público le recriminó haberse dejado llegar el astado. Tuvo cosas interesantes con sus dos bureles, pero falló con el rejón de muerte para irse en silencio en su primero y abucheos en el segundo.