viernes, 6 de junio de 2008







Toros
















Fernando Pérez Salazar. Foto: Archivo ESTO6 de junio de 2008

Arroyo Zarco, medalla presidencial
Y Divisa de Plata, en León
Miguel Ángel García

La prestigiada ganadería de Arroyo Zarco, propiedad de don Fernando Pérez Salazar, será distinguida con la medalla presidencial al Mérito Ganadero, el próximo día 25, en la ciudad de Chihuahua, durante la asamblea de la Confederación Nacional Ganadera.

Durante dicho evento, el presidente de la Republica, Felipe Calderón Hinojosa, le hará entrega de este importante galardón al ganadero, don Fernando Pérez Salazar, por las destacadas labores en la conservación y mejoramiento del ganado bravo mexicano.

LEÓN

Antes, mañana sábado, don Fernando Pérez Salazar recibirá la Divisa de Plata como ganadería triunfadora de la pasada Feria Taurina de San Sebastián, en León.

Será en el Centro Taurino de León, durante una cena, que se le entregará el premio a la mejor ganadería del serial, Arroyo Zarco, dehesa que se hace acreedora a tan distinguida divisa por cuarta ocasión. Ese encierro fue lidiado el pasado 19 de enero por los matadores Eloy Cavazos, Alejandro Amaya y Sebastián Castella; a este último diestro le fue concedida la Zapatilla de Plata.


José Tomás, tarde triunfal en Las Ventas
Cortó cuatro orejas en su reaparición

EFE

















Madrid, España.- El torero español José Tomás hizo honor a la expectación suscitada por su regreso a la plaza de Las Ventas de Madrid, y consiguió cortar cuatro orejas que le hicieron salir por la puerta grande a hombros de los aficionados.

Las entradas para el paseíllo estaban vendidas desde hacía semanas y en el mercado negro y en Internet la reventa pedía cifras astronómicas por un billete, hasta llegar a los 2,000 euros (unos 3,100 dólares).

Los 24,000 asientos de Las Ventas estaban a rebosar y en los tendidos se pudo ver al rey Juan Carlos y a su hija, la Infanta Elena, así como a muchos famosos atraídos por el renombre del torero de Galapagar, nacido en 1975. La actuación de hoy suponía el regreso de José Tomás al ruedo de Madrid, donde no toreaba desde mayo de 2002, cuando cortó dos orejas y salió por la puerta grande de Las Ventas, que también había abierto en cuatro ocasiones anteriores.

La pureza del toreo en grado sumo, aunque ciertas desigualdades en algunos momentos de sus dos trasteos pueden ser también excusa para sus detractores, que como a todo mito no le faltarán. Es cierto que hubo enganchones en pasajes aislados tanto con el capote como con la muleta. Sin embargo, habría que interpretarlos como mérito añadido, pues sería imposible que toreando tan quieto y tan cerca no tropezara el toro los engaños.

La forma de citar había sido un desafío a las leyes de la física, sin espacio para pasar el toro, que desvió su trayectoria a punto de llevárselo por delante, obligado por un ligero y muy seguro toque de muñeca.

La interpretación fue de una enorme exactitud, además de la personalidad, el aroma que desprendían los pases. Y quede claro que en todo momento fue dueño de la situación, sin aspavientos ni mucho menos con alardes temerarios. Todo con apabullante naturalidad. Mató más con el corazón que con la cabeza, quedándose en la cara. Pero mató.

Toros de Victoriano del Río, bien presentados, bravos y nobles, de buen juego a pesar de ciertos matices. Se aplaudieron los arrastres del tercero, cuarto y quinto. Javier Conde: pitos y silencio. José Tomás: dos orejas y dos orejas. Daniel Luque, que confirmaba la alternativa: silencio y ovación tras un aviso.



Joselito Adame ya está en Cancún
Ayer salió de Madrid



















El matador Joselito Adame viajó ayer al mediodía rumbo a Cancún para cumplir con la corrida que está programada el próximo sábado por la noche, en la plaza de toros del bello sitio mexicano. Joselito reaparecerá tras un mes y medio inactivo como consecuencia de la inflamación hepática que padecía. El matador hidrocálido ya se encuentra en perfecta forma física y está muy ilusionado por volver a calzarse el vestido de torear. Al aeropuerto madrileño de Barajas acudió un grupo de amigos para despedirlo y desearle suerte en un compromiso tan importante como es la primera encerrona de su carrera.

En días pasados, Adame estuvo haciendo campo en un par de ganaderías y disfrutó mucho al torear de nuevo en esta preparación para regresar a México, de donde llegó enfermo el 28 de abril a fin de someterse a periódicos análisis clínicos. Esta corrida de Cancún supone un reencuentro consigo mismo y la posibilidad de mostrarse a plenitud con el encierro de Marrón, reseñado para esta fecha.

El viernes por la mañana, previo al festejo, el diestro ofrecerá una conferencia de prensa en la plaza de toros para responder las preguntas de los medios locales.


José Retana, severamente lesionado
De la voltereta en Morelia


















El pasado sábado, José Retana sufrió impresionante voltereta en la corrida de su alternativa, en Morelia, que lo dejó severamente lesionado.

El percance lo suscitó precisamente el toro de su alternativa y como consecuencia sufrió un puntazo en el muslo derecho, en la cara interna, el cual originó una cornada cerrada. Esto le ocasionó contusión en la columna cervical originando un esguince de primer grado y además tuvo traumatismo craneoencefálico que le originó pérdida de la conciencia por más de 20 minutos.

Estará bajo tratamiento de desinflamatorios, relajantes y de rehabilitación.

Tardará en sanar de tres a cuatro semanas. Fue atendido por el doctor Benjamín Muñoz.


José Mauricio suma fechas
No va a San Juan del Río


El matador José Mauricio está sumando fechas gracias a su brillante labor en ruedos de provincia. Por mientras, ya no actuará en la feria de San Juan del Río.

Para el 27 ó 28 estará en Puebla, con Rafael Ortega y Arturo Macías, ante ganado de Reyes Huerta.

Para Tijuana está puesto el 6 de junio y su apoderado se encuentra en pláticas con la plaza de Tlaxcala.

El diestro ha estado en las ganaderías de Autrique, La Joya, Mariano González y Tenexac.









México / Interesante festival de aniversario en la ganadería de Vicencio

Por: Ángel Sainos , México
Viernes, Junio 06, 2008 17:59:00 Hora GMT

La ganadería de Vicencio tiene ya un año con su nuevo dueño que es don Julio García Mena y para celebrarlo se realizó un festival donde se lidiaron siete astados de distintas ganaderías de la región. El eje central del festival fue el toro.

El miércoles 4 de junio se cumplió un año que don Julio García Mena adquirió el hierro y divisa de la ganadería poblana de Vicencio y por tal motivo se organizó un festival con toros de distintas ganaderías en la plaza de tientas de la propia ganadería..

A Julio no le viene la profesión por título nobiliario, herencia o abolengo, sólo lo hace por amor y pasión al toro.

Gran ambiente de fiesta, con mariachis y alegría por doquier. Se pusieron dos secciones de gradas para albergar a las más de 500 personas que se reunieron para el festejo. Era una fiesta abierta, donde todo mundo cabía, no se discriminaba ni se limitaba; por igual se veía al empresario, el político, el ganadero, el torero, la gente del pueblo.

El ganadero de Vicencio comentó: “Se que no es nada fácil ser ganadero, sobre todo que el tiempo entre la siembra y la cosecha es muy largo, pero yo vivo para el toro y la Fiesta que son de las cosas que mas apasionan en la vida”.

En el festival se lidiaron un toro de Rancho Seco, dos de La Joya, uno de Montecristo y dos de Tenexac.

Abrió plaza Humberto Flores que en el sorteo se llevó un bonito y serio toro de Rancho Seco. El diestro tuvo una actuación variada y lucida ante un astado que acabó parándose, lo mato bien y cortó una oreja.

Al de Montecristo que salió con mucho motor, Uriel Moreno “El Zapata” lo recogió y lidió de gran forma con el capote. Determinante para la faena fue la buena vara de Efrén Acosta hijo; El Zapata confirmó la facilidad que tiene para entender y descifrar a los toros y aunque estuvo bien con la muleta, perdió la oreja por pinchar.

Siguió Jerónimo con un espectacular castaño de La Joya de encaste español. El diestro bordó al toro con el capote ak ejecutar unas verónicas muy a su estilo; con la muleta tuvo grandes momentos, pero el toro se fue apagando y así Jerónimo no pudo redondear.

Manuel Rocha “El Rifao” con uno de Tenexac, que a la postre fue el que presentó más complicaciones, estuvo digno y el público reunido en el festejo lo sacó al tercio para reconocer su esfuerzo.

El quinto era de La Joya y para estas alturas se soltó el viento y la lluvia. A pesar del inconveniente meteorológico Guillermo Martinez estuvo ahí, con una determinación inquebrantable y gracias a ello acabó por regalarnos la faena de la tarde en la que bajo la tormenta y el granizo se conjugaron la extraordinaria bravura del astado y la toreria del tapatío que además estuvo certero con la espada para cortar dos apéndices que paseó con el ganadero José Dorantes.

Una vez que cesó la lluvia y vino la noche, don Julio dio la orden y un ejercito de vaqueros trabajó hasta dejar el ruedo en condiciones para que se lidiaran dos toros más bajo el alumbrado artificial.

Rogelio Sánchez lidió otro de Tenexac que tuvo emotividad y prontitud, además de un recorrido largo por el pitón izquierdo, el novillero estuvo a al altura y dejó un grato sabor de boca; aunque tardó en pasaportar a su enemigo, fue ovacionado.

Los ganaderos decidieron regalar un toro de la casa a Karla de los Ángeles, novillera poblana que va destacando y que no desperdició la oportunidad para demostrar que quiere figurar. Con el astado, con mucha cara y edad, Karla se mostró firme y machacó hasta cuajarle muletazos importantes que dejaron sorprendidos a propios y extraños. Mató al tercer viaje y fue fuertemente ovacionada.

La fiesta continuó por espacio de varias horas, se disfrutó del cante y la música, de la poesía taurina y los invitados disfrutaron de las atenciones de la siempre amable y alegre ganadera Denisse Juárez .


España / José Tomás celebró el éxito cenando con la familia, amigos y su cuadrilla

Por: Agencia EFE ,
Viernes, Junio 06, 2008 12:45:00 Hora GMT

José Tomás se acostó ayer tarde, sobre las dos y media o tres de la madrugada, ha afirmado a Efe su apoderado Salvador Boix, que ha explicado que el diestro celebró el gran éxito de su regreso a Las Ventas cenando en casa de unos amigos junto a su familia y toda su cuadrilla, hablando sobre todo de "emoción".

Salvador Boix, que viajó esta mañana a Barcelona porque tenía "cosas que atender", dijo que desconocía cómo se había levantado el diestro esta mañana, el día después de sus dos históricas faenas que le valieron cuatro orejas y la Puerta Grande de Madrid.

"José Tomás estaba ayer exultante, muy feliz de haber podido triunfar en Madrid de nuevo y haber correspondido a tanta expectación despertada", señaló Boix, que destacó que el torero de Galapagar se había encontrado "muy a gusto y relajado toreando", algo que para el diestro era "lo realmente importante".

Salvador Boix confesó que no había hablado con el diestro sobre las reses de la ganadería de Victoriano del Río que lidió ayer José Tomás. "Hablamos poco de toros, hablamos más de emoción y del éxito", reiteró.

Tampoco comentaron entre ellos la proeza que supone cortar cuatro orejas en una misma tarde. "No hablamos de superar nada sino de volver a Madrid, que era de lo que se trataba, es su plaza, estaba muy feliz por eso y porque estaba su público, y él tenía muchas ganas de que le vieran de nuevo", añadió.

José Tomás tiene su próxima cita taurina en la misma plaza de su gran triunfo, Las Ventas, el próximo domingo día 15. Hasta esa fecha, el diestro aún no ha decidido, según su apoderado, si seguir en Madrid o viajar a Málaga, donde reside habitualmente.

Lo que sí es seguro es que seguirá con "su rutina de preparación, que varía muy poquito, se va a preparar como siempre", explicó Boix.



España / El triunfo de José Tomás, portada de toda la prensa, menos en Cataluña

Por: Agencia EFE ,
Viernes, Junio 06, 2008 09:13:00 Hora GMT

El diestro José Tomás, que ayer hizo historia al cortar cuatro orejas en su reaparición en Madrid y salir por la Puerta Grande de Las Ventas, acapara hoy las portadas de los principales periódicos de tirada nacional y de provincias, a excepción de la catalana.

"Ya es leyenda" y "Apoteosis en Las Ventas" son sólo dos de los titulares que la prensa escrita dedica al diestro de Galapagar al que, aunque hacía seis años que no pisaba el coso madrileño, los aficionados no pararon de corearle: "Torero, torero".

El diario 'El País' abre su primera página con una fotografía de José Tomás entrando a matar, entre los dos pitones, a su primer toro, y titula: "Ya es leyenda. José Tomás corta cuatro orejas en Las Ventas en una tarde para la historia".

En páginas interiores insiste en sus halagos: "José Tomás sube a los cielos", y Joaquín Sabina, amigo del torero y uno de sus cantantes favoritos, le dedica el artículo "Una tarde más que perfecta, sublime".

'ABC' lleva a portada la salida a hombros del diestro, con la chaquetilla añil y oro manchada de sangre y ya con los "machos" arrancados por sus admiradores. "Clamor en Madrid al cortar cuatro orejas en su reaparición en la catedral del toreo", subraya el diario.

Cuatro páginas más, con abundante material gráfico, le dedica 'ABC' al diestro nacido en 1975 y que ayer, según el periódico, "Llegó desencajado, y 2 horas y 53 minutos después JT salió por la Puerta Grande. Sonreía. Apoteósico. El triunfo lo dedicó a su abuelo, y a su hermano Antonio".

'El Mundo' ha elegido una fotografía de José Tomás a hombros, aún dentro del coso taurino, saludando montera en mano al público de Madrid. En páginas interiores, fotos a color del diestro, del rey Don Juan Carlos y la Infanta Elena, que no se perdieron la vuelta de José Tomás a Madrid, y de muchos rostros famosos.

"Eres un Dios" o "Ya me puedo morir tranquilo", algunos de los comentarios que hacían ayer por la noche los aficionados que presenciaron las dos faenas históricas del diestro, también tienen un lugar destacado en 'El Mundo'.

'La Razón' ha preferido un valiente desplante del torero José Tomás ante su primer toro para ilustrar su portada, y destaca que el diestro hizo vibrar "a la afición tras seis años de ausencia en el coso madrileño".

En páginas interiores, 'La Razón' titula: "El regreso del héroe", con una fotografía de un feliz José Tomás con sus dos primeras orejas de la tarde.

Los diarios de cobertura regional dedican portadas al diestro madrileño a excepción de la prensa catalana, ya que sólo 'La Vanguardia' hace una breve referencia en su página 44 con el título "El torero José Tomás corta cuatro orejas en su triunfal regreso a la plaza de las Ventas", acompañada por una foto de su salida por la "puerta grande".

Ni 'El Periódico de Catalunya', ni los diarios en catalán 'El Punt' y 'Avui' informan de la corrida.

En cambio, la portada de 'El Diario de Sevilla', titula con "Regreso triunfal de José Tomás a Las Ventas" y 'El Correo de Andalucía' explica que José Tomás "toma Madrid y corta cuatro orejas".

Dos de los diarios de la Comunidad Valenciana llevan a José Tomás a sus portadas. "Espectacular recital de José Tomás" en 'Las Provincias'; "Gran tarde de José Tomás toreando" en 'Valencia Hui'.

La apoteósica tarde de José Tomás llega hasta Palma de Mallorca, y 'El Mundo el Día de Baleares' abre su portada con una fotografía a una columna y el titular "José Tomás corta cuatro orejas en su reaparición en Las Ventas".

En los periódicos digitales, que ayer hicieron una amplia cobertura de la esperada vuelta de José Tomás a Madrid, incluso minuto a minuto, hoy se pueden ver vídeos con algunos de los principales momentos de las dos faenas históricas del diestro.

Aunque sea en diferido, ya que José Tomás puso como condición para volver a Madrid que no fuera televisada su corrida, contemplar las imágenes de su hazaña contrarresta la envidia que muchos sienten hoy hacia los 24.000 personas que sí pudieron presenciar en directo la corrida.


TORO A TORO / FERIA ANIVERSARIO –Victoriano también fue protagonista

Por: David Jaramillo , España
Jueves, Junio 05, 2008 22:10:00 Hora GMT

Los Juan Pedro de D. Victoriano del Río demostraron que son garantía, un bien presentado encierro envió hoy el ganadero de Guadalix y no fue solo estampa, llevaron por dentro calidad, casta y en algunos bravura. Todos tuvieron lo suyo y pidieron toreros al frente para poder expresar sus cualidades, porque en el caballo se dejaron lo suyo. Tomás cortó las orejas, pero los de Victoriano pusieron su casta para que esto fuera posible.






1º / Nº 53 / Vazqueño / Negro zaino/ Sept.-2003 / 576Kg / Victoriano del Río
Corto de cuello, cornidelantero, bizco del pitón derecho, astifino, bien hecho. Tardó en tomar el capote de Daniel Luque saliendo suelto por el derecho, humilló bien mostrando poder y codicia. Empujó fijo perpendicular al peto con cabeza baja, dio una buena pelea sin ser espectacular. Cumplió en la segunda vara de la que salió para dar una vuelta de campana. En banderillas esperó y se distrajo en el momento del embroque arreando luego de sentir los arpones. Se arrancó largo, pronto y humillado al centro del ruedo. Por el derecho pidió muleta poderosa, fue con calidad y chispa pero cuando se le hicieron las cosas mal hechas protestó o se quedó parado sin acudir. Por el izquierdo lo mismo. Tuvo un inicio con repetición y transmisión pero se aburrió. Pudo decir mucho más pero no encontró con quién dialogar Silencio en el arrastre






2º / Nº 20 / Cóndor / Negro / Jul.-2003 / 526Kg / Victoriano del Río
Badanudo, serio, zurdo del pitón derecho, cornidelantero y astifino. Salió con alegría y se fijó rápidamente en las telas que le ofreció Javier Conde, las mismas que tomó metiendo bien la cara y con tranco, sin estar sobrado de fuerza. Entró fuerte a la primera vara en la que cargó con el izquierdo, haciendo sonar el estribo primero y luego cargando bien para al final dormirse en un largo castigo, del que salió cayéndose. Se simuló el segundo marcando el castigo nada más. Se coló por el pitón derecho en un quite por gaoneras de José Tomás. No se empleó en banderillas echando la cara arriba. Pasó rebrincado en los pases iniciales. Por el derecho humilló y tuvo recorrido siempre que le llevaron. Remató sacando la cara por alto pero fue porque no le sometieron por bajo. Por el izquierdo y en tablas humilló mejor, no hizo nada malo pero el torero no lo quiso ver ni lo mostró, se terminó echando de aburrimiento. Palmas en el arrastre






3º / Nº 136 / Dakar / Negro / Mar.-2004 / 525Kg / Toros de Cortés
Bragado, meano, badanudo, corto de cuello, acucharado delantero y fino de cuerna. Salió de toriles directo al capote de José Tomás en donde pasó alegre, echando las manos por delante mientras tiraba cornadas al paso. Escarbó. Entró en corto al primer castigo en el que se le pegó poco y se empleó a medias. Pasó con la cara alta en el quite por chicuelinas y se empleó mejor, con más clase en el corto segundo. Miró a la cara de los subalternos en los embroques sin seguir. Pronto y con alegría inició llevando la cabeza a media altura. Por el pitón derecho calamocheó y rebrincó, cuando no tocó la tela compuso su embestida sin ser boyante. En los medios fue cada vez agradeciendo el temple y la mano baja pasando con suavidad y descolgando cada vez más, el viento hizo que buscara el derrote alto en el fleco que se movía. Por la zurda tardó un poco en tomar el primer muletazo de las series y se coló en un momento, pero terminó metido y sometido por la muleta de Tomás. Fue obediente, tuvo calidad pero hubo que sacársela y en manos de este torero no tuvo más remedio que embestir y hacerlo bien. Palmas en el arrastre





4º / Nº 138 / Dulce / Negro / Dic.-2003 / 562Kg / Toros de Cortés
Largo, montado, corniapretado, cornialto y astifino. Tomó el capote con recorrido, la cara a media altura y frenándose un poco. Escarbó. Hizo sonar el estribo y quiso derribar al picador en si primer encuentro con el caballo. En el siguiente se dejó pegar y apenas llegó al peto se escupió de la suerte. Esperó y no siguió a los a los rehileteros, a quienes recibió con la cara alta. Comenzó rebrincado y con la cara a media altura, con repetición, pero se fue calentando y a cada pase humilló mejor. Por el pitón derecho se frenó en cuanto le quitaron el trapo de la cara, pasó dando saltitos y se avisó con la poca quietud del torero. Enganchó por ambos costados. Seguramente en los medios y con más decisión, firmeza y mando hubiera lucido mejor. Palmas en el arrastre






5º / Nº 15 / Comunero / Negro / Jul.-2003 / 536Kg / Victoriano del Río
Listón, montado, bizco del izquierdo, delantero y astifino de defensas. Abanto en su ingreso al ruedo, le costó fijarse y repetir, llevó la cabeza a media altura y se distrajo con frecuencia. Entró al primer castigo alegre y con la cara baja, peleó fijo, romaneó y al final se recostó en el peto. Volvió al galope con mucha clase, haciendo la "T" bajo el faldón del peto y empujando sin mover la cabeza. En el segundo tercio esperó y siguió hasta las tablas. Se arrancó con codicia, presteza y ritmo a los estatuarios iniciales. Por la derecha metió bien el morro y repitió con picante y transmisión, se cayó cuando le bajó la mano casi que con exageración. Fue boyante y se entregó en cada embestida con fijeza. Por la zurda se paró un poco pero cuando se arrancó lo hizo con franqueza, se mostró bravo y noble. Acusó su manera de emplearse en el caballo y la muleta, por eso cuando tuvo pausas tomó un segundo aire y volvió a cargar con la misma calidad. Se prolongó la labor y al final se rajó totalmente. Pero en su defensa hay que decir que lo dio todo en cada arrancada. Ovación en el arrastre





6º / Nº 25 / Empanado / Negro / Sept.-2003 / 531Kg / Victoriano del Río
Burraco, listón, gargantillo, amplio y delantero de arboladura. Se fijó pronto y repitió a su aire con la cara alta y sin fuerza. Tomó un primer castigo sin emplearse y en el segundo metió mejor cabeza y riñones pero salió doblando las manos. En el tercio de los palos cortos fue a medias al envite y apretó para adentro. Dobló sus cuartos delanteros en el inicio por alto. En las tandas de naturales tardó y aunque intentó humillar le costó mantenerse en pié, se defendió. Por el costado derecho tomó solo el primero de cada serie y al segundo se quedó sin recorrido. A pesar de su nobleza quiso pasar pero no pudo. Silencio en el arrastre


EL APUNTE / ANIVERSARIO - ¡El éxtasis de la Fiesta!
Por: Juan Antonio de Labra , México
Jueves, Junio 05, 2008 21:15:00 Hora GMT

José Tomás formó la mundial en Madrid, y todas las voces del mundo taurino formaron un coro maravilloso que desembocó en la conmoción porque el torero de Galapagar se encumbró en su plaza. La esperada reaparición de este inhumano del toreo fue un triunfo de la Fiesta, porque ahí se vivió a plenitud la magia inusitada de este espectáculo. El éxtasis fue absoluto.Vaya fuerza.

Cuando las corridas son como ésta, y la apasionada entrega de los toreros se impone con tal rotundidad, no hay cosa más estrujante que ir a los toros. La euforia colectiva al término del festejo era espectacular. Nadie se quería alejar de los alrededores de la plaza. La atmosfera estaba tocada de algo especial. Personajes de distintas latitudes se congratulaban unos a otros. El gozo era mayúsculo. ¿Por qué une tanto la Fiesta en un día así? Por la sencilla razón de su misterio. Es un no-se-qué cautivante, difícil de explicar.

Lo de José Tomás en Madrid había que vivirlo, y sentir palmo a palmo como se jugó la vida. ¡Qué manera de torear! El patetismo de su actuación quedará en los anales del coso venteño, y en el alma de quienes tuvimos la suerte de estar aquí. Al margen de las cuatro orejas concedidas, y la apabullante salida a hombros, José Tomás había puesto en ebullición a todos. La comunión fue perfecta.

Tardes como la de hoy benefician a la Fiesta. Así es como hay que defenderla, desde esta locura sentimental que provoca el toreo, una de las artes más enigmáticas que existen.


CRÓNICA / ANIVERSARIO - Carta a José Tomás

Por: Federica Piazza , España
Jueves, Junio 05, 2008 21:13:00 Hora GMT

Querido José:
Ojalá me hicieras el honor de leer esta líneas y compartirlas con el buen número de aficionados que confían en este portal para informarse de los acontecimientos taurinos. Si así fuera, es posible que encuentres este texto poco convencional, pero creo que a lo largo de esta carta hallarás sentimiento, mismo que una crónica no tendría la capacidad de trapasar de la pantalla al corazón de quien la lee.

FICHA DEL FESTEJO

2ª de la Feria del Aniversario. Ante un lleno hasta la bandera se lidiaron un cuatro toros de Victoriano del Río y dos de Toros de Cortés (3° y 4°), bien presentados y muy nobles en conjunto, destacando 3° y 5° por transmisión.

Javier Conde, pitos y silencio.
José Tomás, dos orejas y dos orejas tras aviso.
Daniel Luque, silencio y silencio.

La objetividad la arrastró un huracán de emociones tan potente que abrió la Puerta Grande; pero no te confundas, no soy de los que venían a eso con una matemática certidumbre por sombrero. A las siete de la tarde saqué mi bolígrafo y mi hojita blanca respetando un ritual que venía haciendo desde hace más de un mes de intensa campaña taurina pero, al caer sobre el papel una ligera lagrima de conmoción, volví a mi esencia, la de profunda sentimental del toreo, y guardé los trastos para concentrarme con todos mis sentidos en lo que ocurría en el ruedo.

Más raro aun te parecerá que esté aquí contándote lo que tú mismo hiciste, pero tan frágil y etérea me pareció tu figura, que casi tenía miedo a desapareciese como la espuma del mar, y aunque luego tu muleta rugió con la fiereza de un león, tu cara y tu cuerpo parecían hallarse en otra dimensión.

Vestiste el mismo traje pavo y oro que luciste en Barcelona el día de tu vuelta a los ruedos; no fue una elección casual, me permito afirmarlo con una cierta seguridad, pues el acontecimiento no fue menor en importancia; se trataba de otra vuelta, del regreso a una plaza que llevaba más de un lustro sin ver tu nombre anunciado en los carteles y que, en su tiempo, te entregó las llaves de la gloria. La cerradura nunca se cambió y dentro de ti sabías que había de guardarlas por si, algún día, tu alma te pidiera volver a saborear la total y sincera entrega de Las Ventas. Te lo pidió, la escuchaste y tras cortar cuatro trofeos, cuatro, volviste a tu origen entre el fragor de un océano de olés.

Llovieron con intensidad los primeros al echarte el capote a la espalda para quitar el segundo toro de la tarde, cuya lidia le correspondía a Javier Conde, entregando tu cuerpo a tres gaoneras firmes, suaves de toques y ligeras como ese viento que con frecuencia se interpuso entre el toro y tus trastos.

A tu primer oponente lo recibiste a secas, sin dejarle dar ni media vuelta de tanteo al redondel. Te enganchó el percal pero no dejaste de apostar y tu turno en quites no pasó en vano; una serie de chicuelinas poderosas, ajustadísimas, sin nunca dejar de ser elegantes, completaron el tercio.

La muerte del toro de tu vuelta a la capital la brindaste al público. Fundamental, templadísima y muy a favor del toro, sin ahogo y con verdad, así se podría resumir una labor centrada en lucir y someter un animal que venía con buen son pero sin mucha clase. Lo bordaste en las primeras series con la mano derecha en el centro del ruedo, profundas, lentas y largas, rematadas con unos de pecho que colorearon de sangre tu traje. Lo mejor llegó al natural destacando un pase impresionante por su temple y hondura ligado con un circular zurdo por la espalda; montera boca arriba, y plaza boca abajo. Las trincherillas fueron el prólogo de una entregada estocada echándote entre los pitones del astado sin la preocupación de buscar la salida. La apoteosis de pañuelos te aseguró la que iba a ser una histórica salida a hombros.

La obra no estaba aún completa y lo que más calado tuvo en mi afición fue el ver como todo te iba saliendo con impresionante naturalidad, toreando con la misma serenidad y sencillez que un artesano limando madera. Así, quitaste por templadas verónicas a pies juntos al cuarto de la tarde y así recibiste, con la misma suerte fundamental, a tu segundo toro, cerrando con dos medias de lujo. Gracias también al profesionalismo de tu cuadrilla, que lidió con sumo oficio, pudiste aprovechar a gusto de la nobleza derrochada por tu oponente, un toro cuyas arrancadas tuvieron una profunda transmisión. Empezaste por estatuarios, mirando a la arena con valor sereno, para seguir con unos derechazos poderosos por lo bajas que cayeron tus manos, para barrer luego el suelo con un limpio trincherazo.

Se te tacha a menudo de torpe, otras de puro tremendista y más aun se destaca tu predisposición a los sucios enganchones. Pues hoy me bastaron los dedos de una mano para contarlos y, considerando las rachas de viento que durante esta quinta faena no dejaron de molestar, creo que todos puedan considerarse satisfechos con esta positiva inversión de tendencia.

Al natural cumpliste con nota alta y al volver del cambio de espada te reecontraste con un toro rajado y podido. Ponerlo en suerte costó su trabajo y, una vez parado, finalmente se te arrancó otra vez sin preaviso. Lo recibiste y lo mataste. Puerta doblemente Grande.

Pero a tu sincero toreo me permito responder con una igual de sincera consideración. Si estás en la cumbre como hoy reafirmaste con arrastrante fuerza, ¿por qué te empeñas en seguir afligiéndonos con tu maniática voluntad de no querer abrir plaza? Te lo digo porque el aficionado y el ganadero tienen el derecho de ver a un diestro capaz de torear a un noble astado como fue el primero y cuajar a un toro de la clase del cuarto. Javier Conde, acertado sólo con el descabello, ni quiso enterarse del que abrió plaza, al que su picador machacó con la vara, y menos aún intentó imponerse al segundo de su lote con el cual, cuanto menos, estuvo más amanerado. El duende sólo se asomó durante un breve instante en el recibo a la verónica, antes de pirarse para Australia.

De sus manos recogió los trastos el joven Daniel Luque que, en el día de su confirmación, sorteó en primera instancia un burel noble pero suelto de salida, de cara al cual careció de temple y sobraron los enganchones. Pudo dejar detalles de su elegancia capotera con el que cerró tan histórica tarde, un toro que llegó parado al tercio final y ante el cual sólo le quedó la posibilidad de cruzarse en pases de uno en uno con la derecha, con estética la figura.

En fin José, no sé si al publicarse estas líneas habrás vuelto a una más terrenal dimensión, pero estés donde estés, simple y sinceramente, gracias.

Federica.






Gran fiesta la entrega de los trofeos HIDROCALIDO-Domecq

Juan Carlos Román /- Ayer fueron entregados los trofeos HIDROCALIDO-DOMECQ a los triunfadores del Serial Taurino en la Feria Nacional de San Marcos dentro de su edición 2008, en una emotiva ceremonia, donde una vez más quedó demostrado que este codiciado bronce mantiene esa jerarquía por la dignidad y respeto de éste dentro de la fiesta brava, luego de que las máximas autoridades estatales y municipales estuvieron presentes, así como los invitados especiales y la familia taurina de Aguascalientes.
Fue un evento extraordinario de enorme categoría, luego de que HIDROCALIDO Y Domecq como suele suceder cada año para esta magna fiesta, no escatimaron absolutamente en nada para continuar con la entrega de este trofeo a los diestros de oro y plata, así como a los ganaderos que se distinguen cada abono abrileño por ser los mejores y una vez más las instalaciones de la Cava Domecq lucieron pletóricas dentro de un ambiente de alegría, hay que ver cómo se disfrutó de esta reunión, donde vaya si se habló de toros.
Este trofeo que por más de 26 años ha estado presente en los festejos taurinos tiene pleno reconocimiento a nivel mundial, luego de que tanto los matadores extranjeros como mexicanos que lo han conseguido le han dado ese respeto y categoría que solamente con los de la Temporada Grande en la Plaza México se pueden comparar, figuras de la talla de un Manolo Martínez, Curro Rivera, Eloy Cavazos, Miguel Espinosa, Jorge Gutiérrez, Eulalio López e Israel Téllez, entre otros, saben del gusto que se siente al tener este logro por parte de los “coletas” mexicanos; y por los extranjeros podemos citar a un Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”, José Mari Manzanares, “Nimeño II”, José Tomás y Ortega Cano también han conocido el sabor de esa miel mexicana de conseguirlo.
Puntualmente se dio inicio a esta premiación y fue el director regional de la Casa Domecq, Lic. Néstor Gerardo Navarro, quien al tomar la palabra en el micrófono dio la bienvenida a todos los presentes.
“Nos sentimos muy orgullosos de ser parte de esta gran familia taurina y también estamos muy contentos de recibirlos en ésta su casa, enhorabuena para todos y que disfruten de un excelente evento”.
Posteriormente el Sr. Don Agustín Morales Padilla, Presidente y Director General de HIDROCALIDO, quien de forma conjunta con don Francisco Ariza fueron las dos personas que crearon este reconocimiento, al subir al podium comentó:
Este año me siento también contento de que no haya trofeos desiertos, sin embargo, hay que lamentar este detalle, la fiesta brava está falta de figuras y esperemos pronto haya toreros mexicanos como en los años treinta y cuarenta, donde los nuestros triunfaban en España, demostrando ser tan buenos o mejores como los de allá”.
Por último, el gobernador del Estado de Aguascalientes, Ing. Luis Armando Reynoso Femat, en su mensaje dijo:
“Una feria sin tardes de seda y sol; sin las emociones de una gran faena, estaría incompleta, gracias a la enjundia de ganaderos y matadores, de autoridades y subalternos, hemos disfrutado de tardes memorables, preñadas de emociones, que han sido posibles gracias al derroche de valor y arte en este Serial Taurino, que está catalogado como uno de los más prestigiados y vistosos del mundo”.
Se procedió a continuación a la entrega de las estatuillas y primeramente se distinguió al picador HIDROCALIDO Mauro Prado como el Mejor Subalterno de a Caballo, quien emocionado por ser la primera ocasión que consigue el trofeo pasó a recibirlo de manos del gobernador y del Sr. Agustín Morales Padilla.
A continuación tocó el turno para Armando Ramírez Montaño, quien fue el Mejor Subalterno de a Pie en este Serial 2008 para el jurado calificador. Fue el Ing. Gabriel Arellano y el Sr. Gerardo Villaseñor quienes le entregaron su trofeo a este extraordinario subalterno, quien apenas con 21 años está en camino de ser una gran figura en las filas de plata.
En lo que respecta a la materia prima, el Arq. Jorge Medina Rodríguez, propietario de la ganadería hidrocálida de Medina Ibarra fue quien envió el Mejor Encierro de esta pasada Feria de San Marcos. Fue distinguido con el premio HIDROCALIDO-Domecq por el juego que dieron en la arena sus astados que llevaron por nombres “Es Por Ti”, “Sentimental”, “Mi Credo”, “Y Nos Dieron las Diez”, “Y Llegaste Tú”, “Tatuajes”, “Soñador Eterno”, el 11 de mayo.
El trofeo para la mejor faena correspondió al "Príncipe de Galapar”, quien el 26 de abril ante “Inspiración”, número 399 con 499 kilos, de la ganadería de Teófilo Gómez diera una verdadera lección y realizara una magistral faena, donde el maestro José Tomás lo hizo todo, actuación y actitud, que le distinguió como el ganador al trofeo de la Mejor Faena, que en representación del de oro recibiera el Arq. Ignacio Rivera Río, miembro del jurado calificador.
Por último le fue entregado de manos del gobernador Luis Armando Reynoso Femat y de Don Agustín Morales Padilla al Dr. Alejandro López Delgado, quien recibió el bronce en representación del diestro español Miguel Angel Perera, quien al cortar 5 orejas en dos actuaciones, los días 1 y 2 de mayo, se alzara como el Triunfador Absoluto de esta Feria de San Marcos en su 180 aniversario.
Al terminar la premiación los comentarios y anécdotas estuvieron a la orden del día, todo en referencia a lo sucedido en la arena de la Monumental para convivir con esa forma tan distinta que se vive dentro de mundo de los toros y disfrutar de la buena comida y atenciones de los anfitriones.
Una vez más se ha cumplido, una vez más con esa extraordinaria afición y pasión por este mundo de seda y oro que los miembros del jurado HIDROCALIDO-Domecq encabezados por Don Agustín Morales Padilla y don Humberto Elizondo vuelven a poner su importante granito de arena sin compromiso alguno. Fue una gran fiesta, un magno evento dentro de un marco de respeto, buscando siempre la dignidad y grandeza de la fiesta brava, en una tradición de más de 26 años por reconocer a lo más destacado de la mejor feria del mundo ¡La Feria Nacional de San Marcos!


¡Apoteosis de José Tomás!

Juan Miguel Núñez
Madrid/EFE
Apoteosis de José Tomás, ayer en su vuelta a la Plaza de Toros de Las Ventas, al cortar cuatro orejas con una lección de arrojo y pureza en sus dos faenas.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victoriano del Río, tercero y cuarto con el hierro de “Toros de Cortés”, bien presentados, bravos y nobles, de buen juego a pesar de ciertos matices, como la sosería del primero, el poco recorrido del segundo y la falta de fuelle del sexto. Se aplaudieron los arrastres del tercero, cuarto y quinto.
Javier Conde: pinchazo, estocada corta atravesada y descabello (pitos); y pinchazo hondo y descabello (silencio).
José Tomás: media estocada quedándose en la cara (dos orejas); y estocada al encuentro (dos orejas).
Daniel Luque, que confirmaba la alternativa: estocada casi entera y descabello (silencio); y dos pinchazos y descabello (ovación tras un aviso).
En cuadrillas, saludaron montera en mano José Chacón en el quinto y “Curro” Robles en el sexto. A caballo, muy bien el picador Francisco de Borja Ruiz en el quinto, también ovacionado.
Por segundo día consecutivo asistió a Las Ventas, en barrera del tendido “1”, el rey don Juan Carlos, que estuvo acompañado de su hija, la infanta Elena, y que recibió brindis en los toros segundo, de Javier Conde, y sexto, de Daniel Luque.
Lleno de “no hay billetes”, con la reventa por las nubes, en tarde despejada y con viento que a ratos molestó a los toreros.

FERVOR, DISFRUTE Y PASION

José Tomás ha roto moldes. Mucho más allá de la apoteosis que significan las cuatro orejas en Las Ventas, todo un récord, su actuación significa un compromiso de responsabilidad total con el toreo en su vuelta a esta plaza. Por la corrida elegida, muy astifina de presencia, y sobre todo por el planteamiento y ejecución de sus dos faenas.
La pureza del toreo en grado sumo, aunque ciertas desigualdades en algunos momentos de sus dos trasteos pueden ser también excusa para sus detractores que, como a todo mito, no le faltarán.
Es cierto que hubo enganchones en pasajes aislados tanto con el capote como con la muleta. Sin embargo, habría que interpretarlos como mérito añadido, pues sería imposible que toreando tan quieto y tan cerca no tropezara el toro los engaños.
Ahí estuvo la clave de su éxito, que tanto fervor, disfrute y pasión despertó. La plaza entera sin excepción, incluido el polémico tendido “siete”, aplaudió de pie y con gritos a coro de “torero-torero” tras el remate de la última serie al natural en el toro quinto.
La forma de citar había sido un desafío a las leyes de la física, sin espacio para pasar el toro, que desvió su trayectoria a punto de llevárselo por delante, obligado por un ligero y muy seguro toque de muñeca. Cada embroque se vivió en el tendido con una sensación de angustia, aliviada sólo con el relajo del diestro en la forma de parar y conducir las embestidas.
La interpretación fue de una enorme exactitud, además de la personalidad, el aroma que desprendían los pases. Y quede claro que en todo momento fue dueño de la situación, sin aspavientos, ni mucho menos con alardes temerarios. Todo con apabullante naturalidad.
Tomás salió a todas las intervenciones posibles con el capote. Quite al segundo toro por gaoneras, dos muy limpias y ceñidas; el recibo a su primero con el toro enganchándole el capote al echar las manos por delante; también quite en éste por chicuelinas, algunas tropezadas; quite por delantales con mucha fibra al cuarto; lances desiguales en el quinto; y quite por majestuosas chicuelinas en éste.
Con la muleta empezó a calentar en su primera faena después de dos series de tanteo. El toro la tomaba, sin embargo, sin llegar hasta el final. Faltando ese tramo de embestida el torero se obligaba a aguantar y tirar con increíble quietud. Valor en estado muy puro, más aún sacando la muleta al final por debajo de la pala del pitón. Así ligó los pases a derechas en número de cuatro y hasta de cinco con el oportuno remate, repitiendo en tres series.
Al natural parecía en principio que no iba, pero también le obligó. Fue todavía más lento, más profundo. Y los remates, por abajo, únicos. Mató más con el corazón que con la cabeza, quedándose en la cara. Pero mató. Y las dos primeras orejas.
En el quinto, versión aumentada. Muy metido con el toro desde el primer momento. La embestida era más larga. La profundidad mayor. Otra vez por la izquierda fue el acabóse. No parecía posible tanta consistencia y sinceridad. Lo dicho, un acontecimiento.
Conde estuvo breve e incomprendido en su primero. En el otro, sin embargo, interesó mucho en los primeros compases con la muleta, que manejó con quietud y parsimonia, limpieza y ligazón. Sólo cuatro gotas de arte, pero de arte, aunque no se lo reconocieran del todo.
Y el confirmante Luque puso mucho empeño pero no terminaron de salirle las cosas también porque sus toros no le ayudaron lo suficiente.







CUAJA UNA INMENSA ACTUACIÓN Y CORTA CUATRO OREJAS EN LAS VENTAS
José Tomás: Hacer, decir y soñar el toreoMARIO JUÁREZ - Madrid - 05/06/2008 18:12












Templadísimo natural de José Tomás en Madrid. Foto: IVÁN DE ANDRÉS

Vayan por delante las disculpas. No es la crónica de hoy el relato técnico de lo acontecido en la plaza. Eso quedó dicho y contado en el minuto a minuto de la corrida. Fríamente, sin pasión. Hoy quiero escribir de sentimientos, porque tardes así no se ven a diario. Son excepciones. De esas que, dentro de muchos años, algunos seguiremos recordando en nuestro corazón de aficionados.

Se esperaba el regreso de José Tomás como el maná de los dioses. Muchos apuntaban, fundamentalmente aquellos que ponían más que en cuarentena su vuelta a los ruedos, que la de hoy era su verdadera reaparición. Si así lo fue, han visto al torero volver a lo grande. Para decir y hacer el toreo, que dicho queda muy bonito pero no es algo fácil.

La tarde fue suya de principio a fin. Con los nervios y la emoción de la plaza a flor de piel. Como en sus mejores años, aquel trienio de ensueño del 97-98-99. Madrid se reencontró con su plaza, esa que no olvida, para hacerle recordar el toreo largo, el toreo profundo, el toreo eterno. Algunos estarán todavía sufriendo los retortijones.

Me emocioné en la plaza, como las 24.000 personas que estaban presentes. Nadie quedó indiferente. Ni siquiera quienes intentaron reventar la cosa poquito a poco. Terminaron aplaudiendo en pie, de forma atronadora, con los pelos de punta, una forma de estar, de andar, de apostar y de tirar la moneda como pocas veces se ven. Hubo sombreros, apoteosis, gritos de ‘To-re-ro, to-re, ro! y lágrimas. También muchas lágrimas.

Lo mejor es que José Tomás llegó para hacer el toreo puro. El que le encumbró y el que proclamó una nueva época del toreo, a finales del siglo XX. No hubo arrebatos suicidas ni kamikaces, no desafió las leyes de la física ni llegó el atragantón por sistema. Los argumentos que muchos han empleado en la absurda campaña a la contra. Tomás llegó para torear. Así de sencillo.

Porque todo lo que hubo, mejor o peor, fue toreo. Muy puro. Acompañado por una disposición apabullante, por una forma de superar la presión que supone ser el centro del toreo en un trance tan especial. Metido en su corrida, José Tomás confirmó que su principal rival sigue siendo él mismo.

Lo hizo delante de una corrida seria, bien hecha. Una corrida de Madrid, muy astifina. Tampoco por ahí hay argumentos. La primera aparición ya volcó la cosa a favor de obra. En el toro de Conde salió a quitar. No podía ser más que por gaoneras. El capote a la espalda, lances muy ajustados. No todos limpios. Llamando al toro de largo, aquello no fue un quite, sino una serie completa. Cinco y la media de remate. Y el desplante. Sin rectificar un milímetro.

No perdonaría entonces ninguno de los quites posibles. En su toro, por chicuelinas. En el siguiente de Conde, por delantales. Y la guinda, en el quinto, uno soberbio a la verónica. En los medios, ajustando mucho los embroques, las manos un pelín altas, hubo tres lances a cámara superlenta. Parando los relojes de Las Ventas. Dicho y hecho. En ese turno llegó una réplica de Luque por chicuelinas con más ganas que acierto. La única de la tarde.

Vagan en la retina todavía varios de los muletazos de José Tomás. Arrebujados ellos, entre cites dando el pecho y toques desafiantes con el viento. Porque en ambas faenas atizó con fuerza. No importó. El viento ya no es excusa. No lo fue.

El toro de la reaparición lo brindó Tomás a su plaza. También al Rey, presente en la barrera como un aficionado más. 24.000 en total. Ese animal, con buen tranco y nobleza, tuvo menos motor que otros. Por eso, y porque también andaba pelín justo, el toro tuvo el defecto de lanzar un molesto cabezazo en el segundo tiempo del muletazo. Pura defensa. Por eso salieron enganchadas las dos primeras series con la mano diestra.

El mayor mérito de la faena fue terminar corrigiendo ese defecto al animal. En los medios, Tomás puso la directa y a torear. Tras dos primeras, más en línea, llegó el aviso para navegantes: una serie colosal. Pura, enganchando al toro siempre por delante y ligando siete muletazos, por bajo, tirando y dominando al toro. Siete, que fueron siete. Se vació el toro con el torero. Ahí descolgó y no se repitieron los enganchones. Con la zurda no funcionó demasiado la cosa. Atropellado salió el torero cuando el animal se quedó por abajo.

Listo el torero, no prolongó en exceso la faena. Antes de ir por la espada, un cierre por bajo. Llevándolo en línea, prolongando los viajes. Con trincherazos, kikirikíes y sin alardes. Se tiró a matar o morir. De un topetazo salió arrollado. La espada entró y se escupió. Con la media cayó el toro y cayeron las primeras dos orejas al saco.

Quedaba lo mejor todavía por llegar. De cero a cien veinte minutos después. El quinto fue un gran toro, bravo en varas y en la muleta. Con un único pero: se rajó al final. Lo vació por completo José Tomás. No salió limpio el saludo de capa. Le enganchó el capote en todos los viajes. Se desquitó con el antológico quite a la verónica.

El viento no quiso perderse la faena. Sopló de lindo. Tanto, que hubo una serie en la que el diestro toreó sólo con al palillo. Sin gobierno alguno en la tela. Tomás abrió la faena a lo grande. En la misma raya asentadas las zapatillas, sin moverlas un milímetro, por estatuarios. Pasándoselo al milímetro. Casi arrollado, pero bien cambiado en el momento preciso. El remate, ligados el pase del desdén y el de pecho, pusieron la plaza en pie. Sin pausa después.

A los medios se lo sacó de nuevo el torero. Desafiando las leyes de Eolo. El torero superó la prueba. Aguantando estoico cuando más soplaba el viento, tocando en el momento preciso. Dejaba estar el toro, que se arrancaba con todo. Comiéndose la muleta, que siempre encontró por bajo. Seguro en los cites y en los embroques, sin rectificar un paso. Muy vertical.

Le dio el pecho Tomás y se trajo al toro enganchado siempre. Sin violencia. Sin un tirón a destiempo. Toreo puro, corriendo la mano. Hubo muletazos rematados mucho más allá. No sólo a la cadera. Con paciencia para aguantar el viento y el toque preciso en el momento justo. Al natural firmó dos series de antología. En la retina quedan.

Sonó un aviso y el toro amagó con irse a las tablas. Como si lo hubiese dado todo. Vencido por la pelea de un hombre que toreó con mano baja. Le dio al toro las tablas para matar. Una estocada al encuentro de la que salió muerto. El delirio después. Vi en el palco ojos empapados en lágrimas. A muchos amigos en pie. Emocionados, entregados, soñando el toreo de ensueño. Vaya forma de reencontrarse con Madrid. Y nosotros con el toreo. Así da gusto ser aficionado a los toros.

FICHA DE LA SEGUNDA DE LA FERIA DEL ANIVERSARIO
Madrid. Jueves 5 de junio. 2ª de la Feria del Aniversario. Lleno de no hay billetes.

Se han lidiado cuatro toros de Victoriano del Río y dos de Toros de Cortés (3º y 4º). 1º bien presentado noble y flojo, silenciado en el arrastre. 2º bien presentado, noble y con clase. Palmas en el arrastre. 3º correcto de presentación y manejable. 4º bien presentado y bravo en la muleta. 5º correcto de presentación y bravo. 6º justo de presencia, flojo y desrazado.
Javier Conde, pitos y silencio.
José Tomás, dos orejas y dos orejas tras aviso.
Daniel Luque, que confirma la alternativa, silencio y ovación con saludos tras aviso.






José Tomás vuelve a Madrid
by burladero_es



El triunfo de José Tomás, protagonista en todos los medios informativos
REDACCIÓN - 06/06/2008 07:03



















Portadas de los principales diarios españoles hoy viernes

Ha sido una auténtica revolución. Pocas veces la Fiesta de los Toros ha ocupado tantas portadas. Hoy toca unanimidad. Todos los medios nacionales abren sus páginas con el triunfo de José Tomás en Madrid. Los diarios El Mundo, ABC, La Razón o El País dedican su portada al torero de Galapagar, con fotos y grandes titulares.

En televisión, informativos de Televisión Española, Antena 3 y Telecinco han abierto sus respectivos sumarios dedicando tiempo y amplia información a la presencia del madrileño en Las Ventas, al igual que los principales programas de radio, que han dedicado extensos espacios a cubrir la información del acontecimiento.

Agencias de información internacional como France Press o Reuters han distribuido entre sus teletipos la actuación del torero de Galapagar, por lo que medios de todo el mundo han recogido en sus ediciones online el triunfo de José Tomás en Madrid.

Como todos los días, extractamos y facilitamos el acceso a las principales crónicas taurinas publicadas hoy:

ABC.-Zabala de la Serna:

"José Tomás es el toreo"

José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto. José Tomás convirtió su reencuentro con Madrid en una antología, en una página de oro de la Historia. Vomitar ahora toda una marea de sentimientos y pasiones con la exactitud del escribano se torna en un ejercicio vano. Nada puede igualar la experiencia de 24.000 almas unidas en un solo grito de aclamación: «¡Torero, torero, torero!». La Monumental rugió como un volcán; la Monumental se desbordó por la Puerta Grande como la lava ardiendo...


LA RAZÓN.- Juan Posada:

"El regreso del héroe"

José Tomás no hizo ni más ni menos que aplicar la regla de oro del toreo, todo sobre el cimiento de un valor estoico, tranquilo y con regusto. Esa regla, en apariencia tan fácil, pocos, casi ninguno, la aplican. Es simplemente cruzarse con el toro, conforme muestran sus condiciones, adelantar siempre el engaño, unas veces más y otras no tanto y, en lugar de esperar la arrancada, incitarla con suavidad hasta finalizarla detrás de la cadera...


EL MUNDO.-Lucas Pérez:

"El torero republicano vuelve al trono"

Apoteósico. José Tomás llegó a Las Ventas seis años después de su último paseíllo y cortó cuatro orejas tras una soberbia actuación, dejando para el recuerdo una tarde que pasará a la historia de la Tauromaquia. Sin exageraciones. El diestro de Galapagar desorejó a los dos toros de su lote completando dos faenas plenas de torería por ambas manos. Además, rayó a gran nivel con el capote, realizando cuatro quites que pusieron de acuerdo a todos los aficionados...


CORREO DIGITAL(COLPISA).-Barquerito:

"Recital de José Tomás"

La primera aparición de José Tomás fue accidental: suelto en banderillas, el primer toro de corrida se lo acabó encontrado en tablas de sol. Medio lance por delante. En el toro siguiente, con Javier Conde al aparato más o menos, José Tomás salió a quitar. Muy desafiante. Capote a la espalda en gesto aparte, previo y cómplice. Gaoneras. Más que un quite pareció una tanda de muletazos...


DIARIO DE CÓRDOBA(EFE).-Juan Miguel Núñez:

"Tarde cumbre de José Tomás"

José Tomás ha roto moldes. Mucho más allá de la apoteosis que significan las cuatro orejas en Las Ventas, todo un récord, su actuación significa un compromiso de responsabilidad total con el toreo en su vuelta a esta plaza. Por la corrida elegida, muy astifina de presencia, y sobre todo por el planteamiento y la ejecución de sus dos faenas...


MUNDOTORO.-C.R.V.:

"Que titule José Tomás"

Cedo el titular a José Tomás. Que elija el título que quiera: rey, papa, presidente de cualquier república, dictador, mago o contorsionista. Pero que titule esta crónica. Que lo haga para no caer en...


DECLARACIONES DE JOSÉ TOMÁS A BURLADERO DESPUÉS DE SU GRAN TRIUNFO
José Tomás: 'Este triunfo se lo dedico a mi abuelo y a mi hermano Antonio'PILAR ABAD - 05/06/2008 20:22

Reticente siempre a realizar declaraciones, José Tomás ha hablado escuetamente con Burladero.com minutos antes de salir en volandas por la Puerta Grande de Madrid después de cortar cuatro orejas a un encierro de Victoriano del Río.

Sin poder ocultar la satisfacción en su rostro, José Tomás ha querido dedicar este triunfo rotundo a su familia: "Sólo quiero decir que este triunfo se lo dedico a mi abuelo Celestino y a mi hermano Antonio, él sabe porqué", explicaba antes de enfilar la calle de Alcalá.


EL GANADERO MADRILEÑO HABLA CON BURLADERO Y SE FELICITA POR LA TARDE
Victoriano: 'Es histórico; José Tomás es un torerazo de una categoría inmensa'PILAR ABAD - 05/06/2008 22:39

El ganadero Victoriano del Río abandonaba la plaza de toros de Madrid satisfecho tanto por el juego de sus toros como por la gran actuación de José Tomás. Una tarde que el propietario del hierro asegura haber vivido "con mucha intensidad y con mucho anhelo, sabiendo que he participado en un hecho histórico porque lo que ha ocurrido en Madrid pasará a los anales de la historia como un hecho importante".

Y es que Victoriano del Río sólo tiene palabras de elogio para el torero de Galapagar: "Ha habido una renovación de este torerazo, que ya sabíamos cómo era, pero presentarse en Madrid y cortar cuatro orejas... y cómo las ha cortado, con esa perfección, esa limpieza. Han sido dos faenas limpias, cada una en su estilo y adaptándose a las dos embestidas de los toros. Uno ha sido fiero y el otro templado. José Tomás es un torerazo de una categoría inmensa".

Sobre la corrida que ha lidiado en Las Ventas, Victoriano afirma que "ha sido buena en general, aunque al sexto le ha faltado fuerzas y ha transmitido menos. Pero me voy satisfecho. Yo me quedo con el quinto y esa manera de embestir, de galopar y de coger la muleta. Eso es muy difícil".


ALEJANDRO TALAVANTE DA UNA GRAN DIMENSIÓN CON EL ENCASTADO TERCERO
Alejandro Talavante corta una oreja tras una buena faena... en Madrid
MARIO JUÁREZ - Madrid - 06/06/2008 19:59

El extremeño Alejandro Talavante tiene media puerta grande de Las Ventas abierta después de que haya cortado una oreja al tercer toro, un animal encastado y manejable al que ha cuajado una muy buena faena levantando los primeros olés de la tarde. De momento, Talavante gana la partida a El Cid y Miguel Ángel Perera, que han visto silenciadas sus primeras actuaciones.

Alejandro ha salido con muchas ganas desde los primeros momentos de la corrida y ha mantenido un 'pique artístico' en el toro de Perera, realizando un buen quite por gaoneras que fue respondido por Miguel Ángel con otro por chicuelinas.

Ya en su toro, Talavante ha sido arrollado de forma dramática a la verónica, afortunadamente sin conscuencias. La faena la ha comenzado en los medios de la plaza por estatuarios, muy quieto y sin rectificar. La primera tanda por el pitón derecho ha sido de mucha calidad, al igual que el cambio de mano.

El torero extremeño ha entendido al toro, le ha dado distancia y lo ha citado de largo, templando mucho la embestida y llevándolo muy largo en dos sensacionales tandas por el pitón derecho. Al natural, le costó acoplarse en los primeros muletazos pero poco a poco fue metiendo al toro en la muleta, bajando mucho la mano, en pases con mucho gusto. Los pases de pecho, además, fueron lentos y de pitón a rabo. La faena la culminó con unas ajustadas manoletinas antes de dejar una estocada entera y un descabello, cortando una oreja.

Por su parte, El Cid no se ha terminado de acoplar con el primero, un toro encastado y flojo que perdía las manos y con el que ha estado inseguro por momentos mientras que Miguel Ángel Perera ha puesto ganas y voluntad con el segundo, un toro muy terciado de presencia que embestía a cabezazos.

FICHA DE LA TERCERA CORRIDA DEL ANIVERSARIO DE MADRID
Las Ventas (Madrid). Viernes 6 de junio. 3ª Feria del Aniversario. Lleno de 'no hay billetes'

Hasta el momento se han lidiado tres toros de Núñez del Cuvillo, terciados de presencia aunque astifinos. 1º encastado pero flojo. 2º deslucido y sin clase. 3º encastado y manejable.

El Cid, silencio.
Miguel Ángel Perera, silencio
Alejandro Talavante, oreja



OPINION Y TOROS

Pla Ventura
España [ 05/06/2008 ]

APOTEOSIS DE JOSÉ TOMAS EN MADRID

Los aledaños de la plaza de toros de las Ventas de Madrid, en este día, se han visto más concurridos que nunca; jamás antes ningún diestro había despertado la expectación que ha producido José Tomás. Volvía el ídolo a la plaza que le catapultó y, seis años más tarde, ha suscitado más aureola que jamás torero alguno había logrado. Ni una sola entrada en las taquillas; y todas las del mundo en la calle. El fraude y el engaño hacia la afición, ha funcionado como nunca. José Tomás, lógicamente, sigue siendo el negocio más grande dentro del mundo taurino; y dentro de los ruedos, el drama más insospechado, la emoción más inimaginable porque, su toreo, bañado con sangre, suele alcanzar épicas inolvidables. Madrid, como digo, era un hervidero insospechado; o quizás muy esperado en este día.














De dos en dos paseó las orejas José Tomás

A los negocios fáciles, antaño, se les denominaba como hacer el agosto; ahora, el agosto se llama José Tomás, dentro de la plaza y fuera de la misma; desde dentro, los organizadores, ganan el dinero a montones; desde fuera, la misma organización ofrece entradas al precio del sueldo de un obrero de varios meses; todo, por una entrada. La locura se ha apoderado de las gentes. Antes, los aficionados, para ver a Joselito y Belmonte, vendían el colchón; ahora, para ver a José Tomás, hipotecan su vivienda. No cabe mayor barbarie; la locura, como vemos, está servida. Como explico, oficialmente, se agotaron las entradas antes de ser puestas a la venta y, en el mercado negro, las encontramos por montones. ¿Lo entiende alguien? La locura de todo cuanto acontece alrededor de José Tomás, en realidad, está haciendo mucho daño; el mismo diestro provoca estas situaciones terribles.

Sabedor de cuanto explico, me negué, desde el primer momento, a ser pasto de semejante barbarie; soy el dueño de mi vida y, por supuesto, el de mi dinero que, ganado con honradez, no permitiré jamás que nadie atropelle mi razón. Siempre pagué mi entrada, como un aficionado más; pero del mismo modo, me negué siempre a ser el comparsa de nadie y, mucho menos, la fuente de ingresos de tantos desaprensivos que, al amparo de José Tomás, se llevan un dinero sabroso contando, por supuesto, con la ignorancia de tantas gentes que, ávidas de emociones, transigen al dictado que otros les promulgan. Entiendo la expectación que provoca José Tomás; pero detesto sus consecuencias. Sus decisiones, las que ha adoptado en el devenir de su carrera, le han atrapado con garras mortíferas; no puede darse el lujo de una bronca al estilo Morante; tiene que regar con sangre los ruedos cada tarde; todo, debido a unas exigencias estúpidas que, al final, no le conducirán a ningún lugar soñado; prescindir de la televisión no deja de ser un atentado por su parte hacia millones de personas que le verían con agrado y que, dicho diestro, les castiga del tal modo; en una plaza, de promedio, caben quince mil personas; Tomás se ha erigido el torero de los ricos mientras que, el pueblo llano, anhela un ídolo más cercano.

Estas son las circunstancias que rodean a dicho diestro; por supuesto, las que él ha impuesto. Nadie le negará, mientras lo siga demostrando, su valía como torero. Sus actuaciones se cuentan por éxitos; su sastre, ha encontrado una mina de oro con su persona. Pero, en definitiva, ha transgredido la lógica y, mala cosa es atentar contra la lógica. José Tomás sabe que puede morir en una plaza de toros, Dios no lo quiera; pero dicha quimera es la que le mantiene en lo más alto del nivel de expectación. Su valía como torero, nosotros, la hemos cantado en innumerables ocasiones, hasta el punto de que, hoy, 5 de junio, ha logrado la apoteosis en Las Ventas de Madrid. Su capacidad como torero y, sus agallas para consumar el drama, han enloquecido a la plaza de Madrid, algo que celebramos cuantos hemos creído en su causa torera; artísticamente, José Tomás no es ninguna broma y, la rotundidad de su triunfo en Madrid, lo avalan ante todas las plazas del mundo. Es ahora cuando, rociado de humildad, debería de entender a los aficionados y ponerse a la altura; es decir, dejarse televisar y pensar que, su grandeza puede con todo.



Antolín Castro
España [ 05/06/2008 ]

IRRESISTIBLE

3ª An.Md.-08 Es difícil concluir un calificativo diferente ante lo acontecido hoy en Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid. Ustedes verán y escucharán otros, a cientos, pero yo he llegado a esa conclusión: Irresistible José Tomás.
















De noche ya en Madrid, el día había abierto paso a José Tomás

Salía en hombros de la plaza más importante del mundo en volandas no de unos pocos, sino de toda la afición de esta exigente plaza y no hubo ya otro titular para esta crónica que el amable lector acaba de empezar a leer. Cuatro orejas en una tarde hace tiempo que no se daban en Madrid. En las ferias, San Isidro y Aniversario, que llevamos, una oreja y gracias es lo más que se ha llegado a cortar. Hoy el de Galapagar ha roto todos los cerrojos de esta plaza y de muchas puertas que se le puedan poner delante, ya sean físicas o mentales.














Con esta disposción empezó todo en la primera oportunidad que tuvo

Irresistible forma de cantar su verdad, de cantar su toreo, de cantar su actitud, de cantar su deseo de compensar a quienes habían pagado por verle, algunos muchísimo. No es que toree, es que asume el mítico reto de convencer con signos a un animal. Convencer de dominar la voluntad de su antagonista, ese es el difícil reto que asume en soledad. En esa soledad por estar solo junto al toro y en esa soledad por ser el único del escalafón que adopta esa posición. Ni es fácil ni difícil defender su forma de interpretar y no lo es porque en la propia lucha que mantiene con el toro hay un lenguaje que solo entiende él. Eso sí, se hace irresistible no conmocionarse con el diálogo que mantiene en el ruedo.

Tanto es así, que parece imposible resistir, de irresistible, ningún análisis racional. Es José Tomás y punto. Una tauromaquia diferente para una comunicación diferente. Lo cierto es que, defectos humanos y toreros al margen, la comunicación fluye y de qué manera. Un lenguaje, un idioma que para sí lo quisieran otros intérpretes de cualquier índole. No necesita explicar nada, pues esa misma nada, o el todo, se va extendiendo para instalarse en las mentes de quienes le observan entre impávidos y alucinados, temerosos y emocionados. Irresistible situación.

Luego, y mientras todo eso sucede, en perfecta comunión, va apareciendo el toreo, suertes y pases que en sus manos adquieren dimensión diferente. No serán tan plásticas como las de otros artistas, pero van adornadas de una verdad incuestionable y una entrega fuera de toda duda. Su sangre la ves, está flotando, la sientes ofrecida en ese ceremonial que con tanta pasión desarrolla y nada es resistible, sino irresistible. Nadie lo puede contener. Y quien se contiene, termina por hacérsele irresistible no participar del rito, el origen de esta fiesta: un hombre, atrevido por demás, pone de señuelo a un toro sus propias carnes, mientras busca un horizonte cercano para escribir páginas con su capote y muleta.

Pero hay mas. Tal como concibe el toreo José Tomás no se puede torear sin romper la perfección de las formas. Si exige para cumplir con su propia exigencia el limitar la velocidad del toro a la que él dicta y además le hurta los terrenos, el animal no tiene más remedio que derrotar, una explicación posible a los enganchones que sufre. En los terrenos que pisa y la velocidad que impone no puede existir temple ni cadencia, si no lo es a base de imponer su voluntad. Esa voluntad que esgrime, con su cuerpo y su sangre como cebo, para pedirle, para reclamarle al toro que contribuya a su obra ante el público. Entre una cosa y otra surge el dominio final, el que persevera para conseguirlo, y entonces el toreo es lento, preciso, ligado, de una mano baja que atormenta al toro sí, pero que atornilla al público de tal manera que no lo pueden resistir. Irresistible situación que explota en clamor popular. Ningún otro torero es capaz de conmocionar así.

El secreto está en un rito diferente que se acerca mas a lo ancestral que a la modernidad. El público del siglo XXI irrumpe con su tauromaquia en el túnel del tiempo, transportándose a una imagen que no pudimos ver: La gallardía de un hombre atrevido hasta donde los demás no somos, no son, capaces de llegar. Aligerar el riesgo es consustancial al ser humano, de ahí que ese sacrificio, esa ofrenda, tenga ese carácter de irresistible para el personal. Madrid ha dicho sí, entregado y conmocionado a José Tomás. Se podrá decir esto o aquello, pero ni los demás lo han hecho, ni podemos escudarnos en que se haya lidiado una becerrada como otros días. Eso sí, para quienes no quieran comulgar con esta religión, aquellos que no acepten esta fe, siempre les quedará el resto del escalafón. Y no es despectiva esta afirmación. Curro Romero era negado por casi todos y era el faraón. Negar a José Tomás es posible, pero es irresistible para la mayoría, incluida la afición más exigente del mundo.

Daniel Luque confirmó y estuvo más entregado en el reservón sexto que en el de la confirmación que le daba más opciones. Javier Conde, también estuvo, con eso ya es decirle bastante, con su segundo. Uno y otro ya habían acudido al ceremonial del madrileño y les resultaba irresistible estar solamente por allí con una tauromaquia rancia y de poco fuste. Algo tenían que hacer. Es decir, a todos se les hizo irresistible ver a José Tomás. Como queda dicho, ofreció hasta la hora de matar su cuerpo como señuelo para que los toros tuvieran donde fijarse y embestir. Irresistible tentación como para no acudir.


05/06/2008
(Aniversario - Madrid 08) 5/6 – Ficha del Festejo: José Tomás a hombros tras someter a todos, toros y público
Firma: F.A. Redacción

Con llenazo hasta en las escaleras se han lidiado cuatro toros de Victoriano del Río y dos de Toros de Cortés (3º y 4º), de buena presentación y juego en conjunto. El Rey Juan Carlos y la Infanta Elena ocuparon una localidad en barrera.

Javier Conde, bronca y silencio.

José Tomás, dos orejas y dos orejas tras aviso.

Daniel Luque, que confirmaba alternativa, silencio y ovación tras aviso.


05/06/2008
(Aniversario - Madrid 08) 5/6 - El Toro es el Protagonista: Buena corrida de Victoriano del Río
Firma: Jorge Guevara-Segarra

Por ausencia de mi compañero, hoy me han encomendado una tarea no fácil y más superar a tan entendido colega y es que debo hablar sobre los toros lidiados en tarde tan apoteósica como ha sido la 3ª del Aniversario, pero no me queda mas remedio que hacerlo, ya veremos como me porto y si hay algún fallo ustedes sabrán disculparme.

Hoy se han lidiado cuatro toros de Victoriano del Río y dos de Toros de Cortes, es decir de la misma casa pero de distinto hierro.

El 1º un ejemplar negro, de nombre “Vazqueño” con 576 Kg., nacido en septiembre de 2003. De buena presencia, salió suelto, aunque manseó si se empleó bien en el caballo, sacó nobleza en la muleta aunque se vino a menos, silencio en el arrastre; Correspondió al toricantano Daniel Luque que confirmaba alternativa.

El 2º negro, de nombre “Condor”, serio cornidelantero, con clase y noblón, de 576 Kg., nacido en julio del 2003; le correspondió a Javier Conde. Palmas cuando el tiro de mulillas se lo llevaba.

3º de Cortés, de nombre “Dakar”, negro bragado meano, bajito, astifino, manejable aunque le faltó repetición, nacido en marzo de 2004 y con 525 Kg. Para José Tomas, palmas camino del destasadero.

4º también de Cortés, negro de pelo, llamado “Dulce” que fue alto y serio, tuvo movilidad, nobleza y buenas condiciones en la franela, peso en la báscula 562 Kg. Y nacido en diciembre de 2003. Palmas en el arrastre.

5º negro listón, astifino, fue de largo y alegre al caballo, bravo, peso 536 Kg. Su nombre “Comunero” y nacido en julio de 2003. Ovacionado camino del desolladero.

6º el mas justo de presencia, negro salpicado listón, de nombre “Empanado” con 531 Kg., sobre sus lomos, nacido en septiembre de 2003. Desrrazado y parado. Silencio en el arrastre.

Así los vi y así se los narro.


05/06/2008
(Aniversario - Madrid 08) 5/6 - Desde el 7: Histeria colectiva en Las Ventas

Firma: Joaquín Monfil

Singular e histórica corrida la de esta tarde. Y difícil de explicar. Lo que ha ocurrido en Las Ventas es como si un sumo sacerdote hubiese oficiado un sacrificio, de forma que al final, la mayoría de fieles adictos hubiesen alcanzado el paraíso. Porque explicar cómo fue el toreo de José Tomás es muy difícil y más aún cómo la mayoría de la plaza, incluída la mayoría del tendido 7, se rindió a sus pies no es posible, atendiendo únicamente a las reglas de la tauromaquia tradicional. Porque Conde no existió nada más que en caricatura y al confirmante Luque sólo le quedó el consuelo de asistir en primera línea al orgasmo pasional desatado por Tomás, aunque mostró sus buenas maneras e incluso se dio un inútil arrimón final con un moribundo sexto, algo que aquí no sirve, salvo que lo hagan otros ya “consagrados”.

Los toros de Victoriano del Río y de Cortés fueron de justa presentación y cara, de escasa casta, de limitadas fuerzas y además fueron poco picados, con la excepción de los del lote de Javier Conde, que esos sí que fueron masacrados. A pesar de todo llegaban a la muleta con las fuerzas justas, acometiendo con nobleza y colaborando a que los toreros triunfaran, aunque esto último sólo lo conseguiría el de Galapagar. Como se puede ver, en principio, la materia prima era muy parecida, por no decir similar a la que tienen el resto de toreros que han desfilado por Madrid últimamente.















Un quite por chicuelinas, no perdonó ninguno

Entonces ¿qué es lo que ha pasado para que se hayan roto todos los resultados de días anteriores, hasta lograr que Tomás haya terminado cortando dos orejas de cada uno de sus toros? Pues múltiples razones. La primera y principal el hambre de éxitos de los sufridos orejeros, tras una larga y pésima feria. Otro motivo es la expectación creada por la reaparición de Tomás, tras seis años de ausencia. Otro su quietud, su tranquilidad, la ausencia de riesgo aparente aunque los pitones le pasen a milímetros de su anatomía. Cuando eso ocurre a la mayoría ya no le importa ni siquiera que el toro sea de escasa casta y trapío o haya llevado fundas y haya perdido la precisión de la distancia para herir. Si además no perdona un quite (lo que habla de sus ganas y disposición) y el quinto de la tarde galopa vehementemente a por la muleta cada vez que se le llama, eso transmite muchísimo hacia los tendidos. También da distancia a veces, otras la acorta hasta lo inverosímil, liga los pases y no rectifica terrenos, cosas que la mayoría de sus compañeros hacen al revés. Los más puristas podrán alegar que tuvo enganchones, que mató a su primero defectuosamente, que se jaleó en exceso hasta lo malo, pero hoy la comunión con la mayoría de la plaza era total. Y algunos del 7 protestaron sobre todo la segunda oreja de cada toro. Pero al final también algunos de esos se entregaron. A mí, personalmente, no me ha emocionado hoy como antes lo hizo El Cid o Morante con pequeñas gotas. Pero con éstos no compite, pues cada uno tiene su espacio. Sin embargo, determinadas “figuras” sí que deben estar preocupadas con su regreso. Especialmente, los casos de Ponce y El Juli, que se “alivian” con el mismo tipo de toros. Y es de justicia reconocer que está muy por encima de ellos y por tanto del resto del escalafón ¿Cuánto puede durar esta nueva religión, de adoración del nuevo dios? Nunca se sabe, pero esta revolución era necesaria, sobre todo para regenerar la fiesta, para que unos se retiren y otros dejen de escribir mentiras y falsedades. Y para que los que se crean capaces que se pongan en el mismo sitio que él y dejen de aliviarse ¡Ojalá sus maneras crearan escuela!

Lo ideal sería ahora un “desafío al amanecer” con El Cid en el O.K.Corral de Tombstone, es decir con toros sin fundas, donde el riesgo de la cornada es real y con corridas de verdadera casta y poder. Pero eso sería demasiado hermoso para ser real. Y vista la histeria colectiva de hoy en Las Ventas, tampoco creo que sirviese de nada. El nuevo “mesías” ha llegado a Madrid. De nada sirve que algunos le pongamos pegas a su doctrina.

Está visto que cada vez entiendo menos de esto. Porque cada vez coincido más raramente con la mayoría de la plaza de Las Ventas e incluso del 7. Hoy le hubiese dado, como mucho, una oreja en cada toro ¿Será por la vejez que me vuelvo más raro, exigente y diferente? Me declaro sin fe e infiel a esta nueva religión tomasista, monárquico de El Cid Rey de Las Ventas y barroco morantista de pro. Es lo que más me gusta de los toros, que cada uno puede libremente escoger bandería. Y luego debatir hasta la saciedad, denunciando lo ilegal. Pero, eso sí, sin insultar a nadie que actúe con honradez.


06/06/2008
(Ciudad de México) El primer mandatario mexicano Lic. Felipe Calderón Hinojosa entregará medalla al mérito ganadero
Firma: Rodolfo Ramírez

Para el próximo 25 de junio en la Ciudad de Chihuahua, en el marco de la 72° Asamblea Ordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, el señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, entregará la medalla presidencial al mérito ganadero a


















don Fernando Pérez Salazar, propietario de la ganadería de Arroyo Zarco.



















Lic. Felipe Calderón Hinojosa

Cabe hacer mención que el Señor Presidente de la República Méxicana, ha sido aficionado desde varios años a la fiesta de los toros por lo que se subraya la intención de apoyar a la fiesta brava.










José Tomás es el toreo

ZABALA DE LA SERNA




















Monumental de las Ventas. Jueves, 5 de junio de 2008. Tercera del Aniversario.

«No hay billetes». Toros de Victoriano del Río, dos con el hierro de Toros de Cortés, de distintas hechuras y remate, serios y armados por delante; bravos en conjunto; menos el 1º; extraordinario el 4º; encastado el 5º; buenos 2º y 3º.
Javier Conde, de blanco y azabache. Pinchazo, media y descabello (bronca). En el cuarto, pinchazo y descabello (silencio).
José Tomás, de azul añil y oro. Estocada que se queda en media (dos orejas). En el quinto, estocada al encuentro. Aviso (dos orejas). Salió por la Puerta Grande.
Daniel Luque, de verde manzana y oro. Media desprendida y descabello (silencio). En el sexto, pinchazo, otro hondo y descabello. Aviso (ovación).
MADRID. José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto. José Tomás convirtió su reencuentro con Madrid en una antología, en una página de oro de la Historia. Vomitar ahora toda una marea de sentimientos y pasiones con la exactitud del escribano se torna en un ejercicio vano. Nada puede igualar la experiencia de 24.000 almas unidas en un solo grito de aclamación: «¡Torero, torero, torero!». La Monumental rugió como un volcán; la Monumental se desbordó por la Puerta Grande como la lava ardiendo. Las Ventas se rindió al toreo grande, a la tarde más redonda y pletórica de los últimos veinticinco años. Rejuvenecimos más allá de los años del trienio cabal de José Tomás; rejuvenecimos hasta cuando esta plaza peinaba y adoraba un mechón blanco y unos pulmones negros. Aquellas salidas a hombros... Ayer no se movía nadie hasta que izaron al mito de seda y oro; las escaleras repletas, no se podía salir. Ni nadie quería. ¿A dónde vamos? Se nos había olvidado el sitio de la Puerta Grande, la multitud enronquecida, los caballos de la Policía escoltando a una figura de época, tan cerca del cielo. Cuatro orejas, cuatro, y a ver quién es el imbécil que le resta una, un miligramo de valor, un ápice de verdad, a dos faenas distintas, con dos toros diferentes. Dos toros, he dicho.
Las campañas insidiosas se van ahora mismo por la letrina del ridículo: José Tomás salió a torear. ¡Y cómo toreó! Como en su plenitud, ofrecido el medio pecho, la muleta de cuero, látigo de seda, los muslos generosos, la tela por delante y, sobre todo, por abajo. El toreo es por abajo, arrastrar la franela, vaciarlo atrás, vaciarse con él; el toreo es cruzado. El toreo es José Tomás con un toro que pegaba un tornillazo desde que salió, que le enganchó el capote y se lo desarmó de las manos y esas muñecas que hay que clonar. En un principio, el toreo fue Belmonte; hoy es José Tomás. Se encontró con el mismo defecto del toro de Victoriano del Río en el prólogo de faena y le tocó un par de veces la muleta. J.T. se recolocó y supo a ciencia cierta que desde entonces la clave era sacarle la tela por debajo de la pala del pitón. Una serie buena, clavadas las zapatillas, limpia, nítida como un manantial, que sirvió para hacer gárgaras de oles. Y otra cumbre, de bramido, de cintura y pecho, con la ligazón por bandera, la media distancia tomada de arrancada. Reducía José Tomás al toro con los vuelos, y el toro viajaba tras su mando. ¿Qué es torear? Parar, templar, mandar y cargar la suerte. ¡Cargar la suerte! La faena crecía, el público se fundía, se derretía como bronce con unos trincherazos bestiales. Y de repente la izquierda produjo el más estremecedor natural de treinta tardes, con permiso de El Cid, para no molestar. Un natural que duró una eternidad, y que se unió a otros, acompañados con la figura y la cintura, más a media altura, con la embestida ya entregada, rendida. Un circular invertido que se empalmó a un inacabable pase de pecho, a la hombrera contraria, de rebozarse. Rodaba la gente con las trincherillas; rodó el toro con una estocada que se salió en parte al ser José Tomás encunado entre los pitones. Dos orejas, dos.
Y otras dos con un toro extraordinariamente picado, de una acometividad bárbara —¡qué gran corrida la de Victoriano del Río!— y un viento feroz. Cuando atacaba el toro, atacaba con todo. Los estatuarios de J.T. fueron un puente trágico sobre un tren. Eolo flameaba la muleta de José Tomás, imperturbable; por abajo otra vez sucedió todo, absolutamente todo. Ni un paso atrás. Ni una guiñá. El toro obedecía; José Tomás lo obligaba cada vez más. Temple, el toro, tenía el justo. Y templar en esas circunstancias era una hazaña. Si los flecos no barrían la arena en una intensa serie, era porque el aire planeaba por debajo de la muleta y la ponía casi en horizontal. La ligazón de nuevo, interrumpida por alguna pausa en los momentos de más duro empuje de la corriente ventosa. Enfrontilado con la izquierda, con todas las ventajas para el toro, el personal se frotaba los ojos, enjugados de lágrimas negras; a pies juntos, fluyó un caudal de naturales. Y la bestia encastada se rajó ante el dios de piedra de Galapagar. La estocada fue al encuentro. O a toro arrancado. Las voces, los pañuelos, «¡torero, torero, torero!», la apoteosis se desbordó, como no podía ser de otra manera.
José Tomás no había perdonado un quite. Por las clásicas gaoneras en el toro primero de Conde, que fueron toda una declaración de temple e intenciones; a la verónica —¡qué dos lances!— en el quinto; por apretadas chicuelinas en el suyo de apertura; por discretos delantales en el sensacional cuarto de Javier Conde, el mejor y de más clase y atemperada embestida. ¡Ay, Conde! Que también fue bueno el que masacró en varas en segundo lugar. Sin palabras, y nos ahorramos un disgusto.
Un punto y aparte, y siento no dedicarte más, chaval, para la confirmación de Daniel Luque, que contó con el peor lote, un torazo que manseó y derrotaba por arriba y otro que se encogió. Pero ni se escondió ni se arrugó nunca Luque. Enhorabuena, como a todo el que vivió en directo una tarde para conservar en un rincón del corazón. Hoy ya saben qué es torear.
Las campañas insidiosas se van ahora mismo por la letrina del ridículo: José Tomás salió a torear. ¡Y cómo toreó! Como en su plenitud, ofrecido el medio pecho, la muleta de cuero, látigo de seda, los muslos ofrecidos, la tela por delante y, sobre todo, por abajo. El toreo es por abajo, arrastrar la franela, vaciarlo atrás, vaciarse con él; el toreo es cruzado. El toreo es José Tomás con un toro que pegaba un tornillazo desde que salió, que le enganchó el capote y se lo desarmó de las manos y esas muñecas que hay que clonar. En un principio, el toreo fue Belmonte; hoy es José Tomás. Se encontró con el mismo defecto del toro de Victoriano del Río en el prólogo de faena y le tocó un par de veces la muleta. J.T. se recolocó y supo a ciencia cierta que desde entonces la clave era sacarle la tela por debajo de la pala del pitón. Una serie buena, clavadas las zapatillas, limpia, nítida como un manantial, que sirvió para hacer gárgaras de oles. Y otra cumbre, de bramido, de cintura y pecho, con la ligazón por bandera, la media distancia tomada de arrancada. Reducía José Tomás al toro con los vuelos, y el toro viajaba tras su mando. ¿Qué es torear? Parar, templar, mandar y cargar la suerte. ¡Cargar la suerte! La faena crecía, el público se fundía, se derretía como bronce con unos trincherazos bestiales. Y de repente la izquierda produjo el más estremecedor natural de treinta tardes, con permiso de El Cid, para no molestar. Un natural que duró una eternidad, y que se unió a otros, acompañados con la figura y la cintura, más a media altura, con la embestida ya entregada, rendida. Un circular invertido que se empalmó a un inacabable pase de pecho, a la hombrera contraria, de rebozarse. Rodaba la gente con las trincherillas; rodó el toro con una estocada que se salió en parte al ser José Tomás encunado entre los pitones. Dos orejas, dos.
Y otras dos con un toro extraordinariamente picado, de una acometividad bárbara -¡qué gran corrida la de Victoriano del Río!- y un viento feroz. Cuando atacaba el toro, atacaba con todo. Los estatuarios de J.T. fueron un puente trágico sobre un tren. Eolo flameaba la muleta de José Tomás, imperturbable; por abajo otra vez sucedió todo, absolutamente todo. Ni un paso atrás. Ni una guiñá. El toro obedecía; José Tomás lo obligaba cada vez más. Temple, el toro, tenía el justo. Y templar en esas circunstancias era una hazaña. Si los flecos no barrían la arena en una intensa serie, era porque el aire planeaba por debajo de la muleta y la ponía casi en horizontal. La ligazón de nuevo, interrumpida por alguna pausa en los momentos de más duro empuje de las corriente ventosa. Enfrontilado con la izquierda, con todas las ventajas para el toro, el personal se frotaba los ojos, enjugados de lágrimas negras; a pies juntos, fluyó un caudal de naturales. Y la bestia encastada se rajó ante el dios de piedra de Galapagar. La estocada fue al encuentro. O a toro arrancado. Las voces, los pañuelos, «¡torero, torero, torero!», la apoteosis se desbordó, como no podía ser de otra manera.
José Tomás no había perdonado un quite. Por las clásicas gaoneras en el toro primero de Conde, que fueron toda una declaración de temple e intenciones; a la verónica -¡qué dos lances!- en el quinto; por apretadas chicuelinas en el suyo de apertura; por discretos delantales en el sensacional cuarto de Javier Conde, el mejor y de más clase y atemperada embestida. ¡Ay, Conde! Que también fue bueno el que masacró en varas en segundo lugar. Sin palabras, y nos ahorramos un disgusto.
Un punto y aparte, y siento no dedicarte más, chaval, para la confirmación de Daniel Luque, que contó con el peor lote, un torazo que manseó y derrotaba por arriba y otro que se encogió. Pero ni se escondió ni se arrugó nunca. Enhorabuena, como a todo el que vivió en directo una tarde para conservar en un rincón del corazón. Hoy ya saben qué es torear.



A las puertas del cielo
ANTONIO ASTORGA


Llegó desencajado, y 2 horas y 53 minutos después JT salió por la Puerta Grande. Sonreía. Apoteósico. El triunfo lo dedicó a su abuelo, y a su hermano Antonio

MADRID. Hacía 36 años que un torero no cortaba cuatro orejas en unas Ventas que ayer soñaron con una mirada: la de José Tomás. El gladiador llegó a las 18:38 en una atardecida lorquiana de arabesco y oro. Un microbús azul marino le trasladó desde el Palace. Aparcó a dos metros de la puerta de cuadrillas. A las 21:31 JT salía en olor de multitudes, a hombros, por la Puerta Grande de la Catedral, la gloria mudéjar, la entrada al cielo. Los gritos de «¡torero! ¡torero! ¡torero!» tronaban junto a los flashes de los aficionados que descargaban sus móviles en él. En sus labios se dibujaba una sonrisa de agradecimiento eterno.
Tres horas antes un silencio poético cubría como un manto el patio de cuadrillas esperando al Godot de Galapagar. Cuando se atisba el coche de Tomás la Policía separa las aguas del Mar Rojo de admiradores —como Charlton Heston en «Los diez mandamientos»—, y protege al torero de la explosión de sus letraheridos, que le pedigueñeaban una dedicatoria, una firma, un consuelo, una palabra, una caricia. La Fuerza Pública le custodia. José Tomás cruza el Rubicón de las Caballerías con la cara desencajada. No entra en la capilla, pasa a un metro de nosotros, y gira a la derecha, camino de las Caballerizas, para saludar a picadores y subalternos. No había dormido siesta, salió a pasear y se tumbó sobre la cama antes de vestirse de luces de bohemia. La balconada mudéjar, poblada de miradas. El matador en silencio. «¡Maestro! ¡guapo!, ¡torero! ¡suerte!» le lanzan besos desesperados su mesnada de fieles. La tarde es plomiza. Con el rostro pálido, Tomás se fotografía con dos admiradores y enfila la Puerta de Caballos. De ahí a la apoteosis.
«¡Me has arrancado mi corazón y ahora lo tengo en un puño, José!», le grita una aficionada. «¡Hoy me gustas más que ayer, Tomás!», le susurra otra, rendida a su mirada. «¡Torero! ¡Torero! ¡Torero!» se desgañitan 25.000 almas, mientras él se refresca con un buchecito de agua, y seca su frente. Cuando el diestro pasaporta a su segundo el gentío abandona raudo sus posiciones para invadir la Puerta Grande. La marabunta es eterna, y ancha. Los mortales se pegan como una lapa a Tomás. La riada humana asiste exhausta a la letanía tomista. Pasa un minuto de las nueve y media cuando Tomás es sacado a hombros por sus costaleros. La gente quiere tocar a su mesías, y casi provoca su caída, mientras la Policía le protege a empellones. Al santo Tomás lo levantan en volandas: «¡¡Al cielo con él!!». Deja que un niño se acerque a él. La procesión desemboca en el coche. Tras los cristales tintados JT mira la arena por la rendija mudéjar: allí está la sangre de los ojos de toro, unos acais en los que perdurará su esencia.
José Tomás habría de recordar la tarde en que su abuelo Celestino le llevó a conocer el hielo de Las Ventas, que él ayer resquebrajó. Tendría 10, 11 añitos. Vio muchas faenas, y le gustaba el fútbol, el Atleti, pero su abuelo quería que fuese ¡torero! ¡torero! Su nieto le dedicó ayer su triunfo, y a su hermano Antonio: «Ellos saben por qué», dijo el santo Tomás en el fervor de la apoteosis tomista.



El Follet de los ruedos ya es planetario


En imágenes: Nadie quiso perderse el regreso de José Tomás a Madrid [+]POR ROSARIO PÉREZ
Una marea humana de los cinco continentes se citó en el acontecimiento del año, presidido desde una barrera por Su Majestad el Rey y la Infanta Doña Elena
MADRID. La Fiesta es un mundo sin fin. Y José Tomás es el Ken Follet de los ruedos. Si la obra del autor británico arrasa en las librerías de todo el planeta y se espera que inunde de gente la otra gran feria de Madrid —la del Libro—, el interés que despierta este torero traspasa la estratosfera taurina. La sombra de su toreo es más larga que la del viento de Ruiz Zafón, con quien el «extraterrestre de Galapagar» (como lo bautizaron en los tendidos) comparte tirón taquillero.
José Tomás ha movilizado a las masas. Un ambiente así no se recordaba ni en la época de El Cordobés —ni el glamour de Cayetano tiene parangón—. En tarde de gala, Su Majestad el Rey —cumplimentado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre— honró otra vez con su presencia, en esta ocasión desde una barrera del «1», junto a la Infanta Doña Elena, que sacó el pañuelo blanco para pedir las orejas a José Tomás. Detrás, en contrabarrera, el presidente del Congreso, José Bono, batía las palmas. Muchos aficionados, que querían sacar en hombros al ídolo, flamearon los sombreros que este diario regaló.
Don Guillermo Luca de Tena, presidente de honor de ABC —silabario de los toros—, y su hija Catalina Luca de Tena, presidenta-editora, compartieron delantera de palco con Ana Botella, Francisco Álvarez-Cascos y su mujer, María Porto. Al acontecimiento del año tampoco faltó un aficionado de pro, el embajador de Francia en España, Bruno Delaye, que recibió plácemes por la fantástica recepción que ofreció en los jardines de Serrano para celebrar la amistad taurina franco-española. De Francia sólo faltaban Nicolas Sarkozy y su padre, Paul, que hubiese plasmado en un lienzo las gaoneras de José Tomás.
Por los cuatro costados del edificio neomudéjar había personas de los cinco continentes —a las tres de la madrugada ya se había formado una impresionante cola para comprar un billete en taquilla—. Desde la región de Mid-Atlantic llegaba Imre Weitzner, presidente del Club Taurino de Nueva York. De la ciudad que nunca duerme arribó Lore Monning —ensimismado con «Muerte en la tarde»—, que contó cómo muchos neoyorquinos ensayan el toreo en Central Park: «Pero ninguno se pasa tan cerca al burel de dos patas ni al carretón como Tomás». El arquitecto Guillermo Cannon, socio del Club de Chicago, ha cruzado el Atlántico para admirar al ídolo. Muchos espectadores del Viejo Continente hablan del éxito de la exposición «Entre el hombre y el toro», que ha entrado por la Puerta Grande del Parlamento Europeo. Carlos Herrera dice que se ha plantado una pica en Flandes «con las armas con las que se torea». El periodista compartió burladero con el director de ABC, Ángel Expósito, y su mujer, Pilar.
El italiano Fabio Capello, seleccionador de fútbol de Inglaterra, aparcó el balón para hacer su primer paseíllo de la temporada en Las Ventas: «¡Oh, no me podía perder a José Tomás! Seguro que pasamos miedo, pero será una gran corrida». El ex futbolista que siempre vuelve a casa con un jamón bajo el brazo (le encanta a su familia) estaba sorprendido por la expectación: «Yo creo que hay afición por toda Europa». Capello, acompañado por el periodista Roberto Gómez, saludó bajo el mosaico de toros al tenista Feliciano López. Otro espada del deporte: Ángel Torres, presidente del Getafe. Y en el callejón, Mariano Fernández Bermejo, ministro de Justicia; Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, y Fernando Martín.
Un español de pura cepa se coló por el patio del desolladero entres la multitud. Los que no consiguieron entrada se agolparon junto a la Puerta Grande, mientras algún afortunado del interior —como el chino Mao, «fan» del toreo desde que vio la primera corrida en Shanghai— narraba la faena por el móvil. Claro que los oles bastaban para saber que algo magno acontecía.
El ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, fue el primer objetivo de la nube de cámaras. Y de la tierra mexicana de su mujer, Adriana Abascal, donde José Tomás se formó como novillero, vinieron numerosos aficionados. El cantante Joaquín Sabina y el guitarrista Vicente Amigo aplaudieron a rabiar. De conexión de alta tensión, como la de los tendidos y el matador, sabe mucho el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Tampoco faltaron Juan Miguel Villar Mir, encantado en su contrabarrera del «8», ni el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Un espectador del tendido «3» quería preguntarle a Cristóbal Montoro si los 600 euros que había desembolsado en la reventa «se podían desgravar en Hacienda». El director de «Protagonistas», Luis del Olmo, fue fiel a la cita, al igual que el juez Garzón, Álvarez del Manzano, Enrique Múgica, Gómez-Angulo, Garci, Jorge Sanz, Ignacio Ruiz Quintano, Paloma Durán, Marián Camino, Pedro Trapote, Pedro Balañá padre, José Luis Lozano, Pablo Chopera, Javier Alández, Nuria López-Mora, Frascuelo, Litri, Palomo Linares, Emilio Muñoz, Luguillano, Higares, Victorino, Miura, el psiquiatra López Ibor... En una Fiesta sin fronteras y de apasionada locura, una lista interminable de rostros famosos procedentes de todo el planeta.
José Tomás ha movilizado a las masas. Un ambiente así no se conocía desde la época de El Cordobés -ni el glamour de Cayetano tiene parangón-. En tarde de gala, Su Majestad el Rey -recibido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre- honró otra vez con su presencia, en esta ocasión desde una barrera del «1», junto a la Infanta Doña Elena, que sacó el pañuelo blanco para pedir las orejas a José Tomás. Detrás, en contrabarrera, el presidente del Congreso, José Bono, también solicitaba los trofeos. Muchos aficionados flamearon los sombreros que este diario regaló.
Don Guillermo Luca de Tena, presidente de honor de ABC -el silabario de los toros-, y su hija Catalina Luca de Tena, presidenta-editora, compartieron delantera de palco con Ana Botella, Francisco Álvarez-Cascos y su mujer, María Porto. Al acontecimiento del año tampoco faltó un aficionado de pro, el embajador de Francia en España, Bruno Delaye, que recibió plácemes por la fantástica recepción que ofreció en los jardines de Serrano para celebrar la amistad taurina franco-española. De Francia sólo faltaban Nicolas Sarkozy y su padre, Paul, que hubiese plasmado en un lienzo las trincherillas o las gaoneras de José Tomás.
Por los cuatro costados del edificio neomudéjar había gente de los cinco continentes -a las tres de la madrugada ya se había formado una impresionante cola para conseguir una entrada en taquilla-. Desde la región de Mid-Atlantic llegaba Imre Weitzner, presidente del Club Taurino de Nueva York. De la ciudad que nunca duerme arribó Lore Monning -ensimismado con la obra «Muerte en la tarde»-, que contó cómo muchos neoyorquinos ensayan el toreo en Central Park. Pero ninguno se pasa tan cerca ni siquiera «al burel de dos patas ni al carretón como Tomás». El arquitecto Guillermo Cannon, socio del Club de Chicago, ha cruzado el Atlántico para admirar al ídolo. Muchos espectadores del Viejo Continente, que hablan del éxito de la exposición «Entre el hombre y el toro», que acaba de entrar por la Puerta Grande del Parlamento Europeo. Carlos Herrera dice que se ha plantado una pica en Flandes «con las armas con las que se torea». El periodista compartió burladero con el director de ABC, Ángel Expósito, y su mujer, Pilar.
El italiano Fabio Capello, entrenador de la selección de Inglaterra, dejó el balón para hacer su primer paseíllo de la temporada en Las Ventas: «¡Oh, no me podía perder a José Tomás! Seguro que pasamos miedo, pero será una gran corrida». El ex futbolista que siempre vuelve a casa con un jamón bajo el brazo («le encanta a mi familia») estaba sorprendido por la expectación reinante: «Yo creo que hay afición por toda Europa». Capello, acompañado por el periodista Fernando Gómez, saludó bajo el mosaico de toros al tenista Feliciano López. Ángel Torres, presidente del Getafe, no se pierde ni una.
Un español, de pura cepa, se coló por el patio del desolladero en medio de la multitud que se agolpaba. Los que corrieron peor suerte se quedaron junto a la Puerta Grande, mientras algún afortunado del interior -como el chino Mao, enamorado del toreo desde que vio la primera corrida en Shanghai- les narraba las faenas por el móvil. Claro que los oles y los rugidos bastaban para saber que se mascaba algo grande.
El ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, fue el primer objetivo de la nube de cámaras. Y de la tierra mexicana de su mujer, Adriana Abascal, donde José Tomás se formó como novillero, arribaron muchos aficionados. El cantante Joaquín Sabina y el guitarrista Vicente Amigo aplaudieron a rabiar. De conexión eléctrica, como la que había entre los tendidos y el matador, sabe mucho el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Tampoco se perdieron el magno espectáculo Juan Miguel Villar Mir, encantado en su contrabarrera del «8», ni el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Un espectador del tendido «3» quería preguntarle al portavoz económico popular, Cristóbal Montoro, si los 600 euros que había desembolsado en la reventa «se podían desgravar en Hacienda». El director de «Protagonistas», Luis del Olmo, acudió a la cita, al igual que Ignacio Ruiz Quintano, Álvarez del Manzano, el juez Garzón, Enrique Múgica, Gómez-Angulo, Garci, Jorge Sanz, Pedro Trapote, el psiquiatra López Ibor... Y, en tarde de pasión y locura, una lista interminable de rostros famosos procedentes de todo el planeta.








José Tomás cortó ayer cuatro orejas
Alfonso López

Un revolucionario del toreo, como lo es indiscutiblemente el madrileño de Galapagar, José Tomás, ha armado ayer, para hacer por enésima vez honor a su formidable historial taurino, una revoluciónUn revolucionario del toreo, como lo es indiscutiblemente el madrileño de Galapagar, José Tomás, ha armado ayer, para hacer por enésima vez honor a su formidable historial taurino, una revolución, ¡y qué revolución!, nada menos que en la también madrileña Plaza Monumental de Las Ventas del Espíritu Santo, al haber cortado las orejas a cada uno de sus dos toros de Victoriano del Río, Dakar y Comunero, ovacionados en el arrastre.

Y es que José Tomás, como lo ha demostrado en la México y en todas las plazas en las que se ha presentado, es un monumento al aguante, una estatua que torea, un hombre que se ha atrevido a pisar, impávido y poniéndole mucho arte a las suertes, esos terrenos del toro que ningún espada se ha atrevido a pisar antes.

Por supuesto con el coso lleno a reventar, y ante nada menos que el rey Juan Carlos, el rey de Galapagar ha bordado el arte del toreo en sus dos toros y ha marcado un hito en la historia de la lidia de reses bravas, sobre todo porque, en esa plaza, cortar, ya no digamos cuatro, sino siquiera una oreja, es un muro ante el que se ha estrellado una infinidad de figuras de la fiesta brava.

El cartel lo integraron, además, Javier Conde, que tuvo pitos y silencio, y el ayer confirmado Daniel Luque, silencio y ovación, a pesar de un aviso.

Pero lo hecho por ese revolucionario del toreo ahí quedó y a ver quién lo mejora.
Un revolucionario del toreo, como lo es indiscutiblemente el madrileño de Galapagar, José Tomás, ha armado ayer, para hacer por enésima vez honor a su formidable historial taurino, una revoluciónUn revolucionario del toreo, como lo es indiscutiblemente el madrileño de Galapagar, José Tomás, ha armado ayer, para hacer por enésima vez honor a su formidable historial taurino, una revolución, ¡y qué revolución!, nada menos que en la también madrileña Plaza Monumental de Las Ventas del Espíritu Santo, al haber cortado las orejas a cada uno de sus dos toros de Victoriano del Río, Dakar y Comunero, ovacionados en el arrastre.

Y es que José Tomás, como lo ha demostrado en la México y en todas las plazas en las que se ha presentado, es un monumento al aguante, una estatua que torea, un hombre que se ha atrevido a pisar, impávido y poniéndole mucho arte a las suertes, esos terrenos del toro que ningún espada se ha atrevido a pisar antes.

Por supuesto con el coso lleno a reventar, y ante nada menos que el rey Juan Carlos, el rey de Galapagar ha bordado el arte del toreo en sus dos toros y ha marcado un hito en la historia de la lidia de reses bravas, sobre todo porque, en esa plaza, cortar, ya no digamos cuatro, sino siquiera una oreja, es un muro ante el que se ha estrellado una infinidad de figuras de la fiesta brava.

El cartel lo integraron, además, Javier Conde, que tuvo pitos y silencio, y el ayer confirmado Daniel Luque, silencio y ovación, a pesar de un aviso.

Pero lo hecho por ese revolucionario del toreo ahí quedó y a ver quién lo mejora.









Se estremece España por faena de José Tomás

La apoteosis en la Plaza de Las ventas de Madrid, ´conmociona` a la prensa española

EFE
El Universal
Madrid, España
Viernes 06 de junio de 2008

08:59 La prensa española refleja hoy en grandes titulares el triunfo apoteósico cosechado ayer por el diestro José Tomás en su regreso a la plaza de toros de Las ventas de Madrid, por cuya Puerta Grande salió a hombros de sus seguidores.
El torero madrileño dio un paso más hacia su leyenda al cortar cuatro orejas en su reaparición tras seis años de ausencia en el coso de Madrid.

"Ya es leyenda" y "Apoteosis en Las Ventas" , son un ejemplo de los titulares que la prensa escrita dedica hoy al diestro, al que los aficionados acompañaron en su faena coreando "Torero, torero".

El diario 'El País' abre su primera página con una fotografía de José Tomás entrando a matar, entre los dos pitones, a su primer toro, y titula: "Ya es leyenda. José Tomás corta cuatro orejas en Las Ventas en una tarde para la historia".

En páginas interiores insiste en sus halagos: "José Tomás sube a los cielos" , y el cantautor Joaquín Sabina, amigo del torero y uno de sus cantantes favoritos, le dedica el artículo "Una tarde más que perfecta, sublime".

El diario 'ABC' lleva a portada la salida a hombros del diestro, con la chaquetilla añil y oro manchada de sangre y ya con los "machos" arrancados por sus admiradores. "Clamor en Madrid al cortar cuatro orejas en su reaparición en la catedral del toreo" , subraya el diario de Madrid.

Cuatro páginas más, con abundante material gráfico, le dedica 'ABC' al diestro nacido en 1975 y que ayer, según el periódico, "Llegó desencajado, y 2 horas y 53 minutos después JT salió por la Puerta Grande. Sonreía. Apoteósico. El triunfo lo dedicó a su abuelo, y a su hermano Antonio" .
'El Mundo' eligió una fotografía de José Tomás a hombros, aún dentro del coso taurino, saludando montera en mano al público de Madrid.

En páginas interiores, fotos a color del diestro, del rey Juan Carlos I y su hija la infanta Elena, que no se perdieron la vuelta de José Tomás a Madrid, y de muchos rostros famosos.

"Eres un Dios" o "Ya me puedo morir tranquilo" , algunos de los comentarios que hacían ayer por la noche los aficionados que presenciaron las dos faenas históricas del diestro, también tienen un lugar destacado en 'El Mundo'.

El diario 'La Razón' ha preferido un valiente desplante del torero José Tomás ante su primer toro para ilustrar su portada, y destaca que el diestro hizo vibrar "a la afición tras seis años de ausencia en el coso madrileño".

En páginas interiores, titula: "El regreso del héroe" , con una fotografía de un feliz José Tomás con sus dos primeras orejas de la tarde.

Los diarios de cobertura regional dedican portadas al diestro madrileño a excepción de la prensa catalana, ya que sólo 'La Vanguardia' hace una breve referencia en su página 44 con el título "El torero José Tomás corta cuatro orejas en su triunfal regreso a la plaza de las Ventas" , acompañada por una foto de su salida por la "puerta grande".

La portada de 'El Diario de Sevilla', titula con "Regreso triunfal de José Tomás a Las Ventas" y 'El Correo de Andalucía' explica que José Tomás "toma Madrid y corta cuatro orejas".

Titulares similares se repiten en los demás diarios.

En los periódicos digitales, que ayer hicieron una amplia cobertura de la esperada vuelta de José Tomás a Madrid, incluso minuto a minuto, hoy se pueden ver vídeos con algunos de los principales momentos de las dos faenas del diestro.

































Tomás corta cuatro orejas en Madrid
Toros España

















José Tomás brillando en Las Ventas . AP
En 2002 había decidido retirarse temporalmente
Tomás arrancó las dos orejas a cada uno de los toros que lidió y abrió la puerta grande de la monumental de par en par en la noche de ayer jueves

MADRID, ESPAÑA.-El torero José Tomás reventó la plaza madrileña de Las Ventas cortando cuatro orejas en sendas faenas, que, según recoge el viernes toda la prensa española, elevan al diestro a la categoría de leyenda.

En una de las tardes más memorables que se recuerdan, Tomás arrancó las dos orejas a cada uno de los toros que lidió y abrió la puerta grande de la monumental de par en par en la noche de ayer jueves ante el éxtasis de un público entregado.

``No tenemos capacidad para expresar con palabras lo que hizo José Tomás. Creo que se traspasó cualquier concepto del toreo. Fue la práctica superior'', dijo Carlos Ruiz Villasuso, director del portal taurino Mundotoro.com.

Hacía 36 años, que un espada, actuando en terna, no conseguía dos orejas de cada toro en la exigente plaza madrileña. Para Ruiz Villasuso, el premio no fue exagerado.

``No hubo sobrevaloración. Lo que vio el tendido fue justo lo que el torero transmitió: una mente y un sentimiento prodigioso'', explicó.

Tomás está considerado por la crítica taurina como el último mito vivo del toreo. Un matador que parece despreciar la muerte y que pisa unos terrenos imposibles para otras figuras. De ahí, el gran número de cornadas que ha sufrido a lo largo de toda su carrera.

El diestro, de 32 años, tomó la alternativa en 1996 y en los años sucesivos se convirtió en uno de los ídolos de la afición española. En 2002, decidió retirarse temporalmente.

Tras reaparecer la temporada pasada, Tomás no había pisado todavía las Ventas, la plaza más importante del mundo. El próximo 15 de junio está previsto que el torero vuelva a actuar en Madrid.

¡Torero! ¡Torero! ¡Torero!
Toros De los toros con verdad POR FRANCISCO BARUQUI M.



José Tomás salió a hombros de la Plaza de Las Ventas en Madrid. EFE
De los Toros con verdad, Por Francisco Baruqui

Correo electrónico: francisco@baruqui.com

Madrid.- Esta tarde será histórica. De las que marcan efemérides. De las que recomponen lo que componer haya dándole aire a la fiesta. De las que me hicieron volar la mente a otra que dejó sello indeleble en los anales del toreo. Sí, aquella en la que recibió la alternativa Manuel Benítez “El Cordobés” con cielo entoldado y un ambiente excepcional.

Excepcional ambiente con un tenor de disposición para encumbrar en la tan difícil plaza de Madrid, a un torero extraordinario que tanto tenía partidarios como detractores. Ambiente de fecha grande con un público entusiasta con ánimo a tope más de expresar su sentido de contento que el de mostrar un talante de censura.

En barreras, el rey Juan Carlos acompañado por la infanta Elena; aficionados venidos de toda España, Francia y América, con el “todo Madrid” luciendo galas para un acontecimiento.

Tras de una ausencia de seis años, reaparecía José Tomás en un marco de expectación e incertidumbre que llenó el coso hasta la bandera, y una reventa que se forró. Ví pagar 500 euros por una grada con precio menor a los 10. Y de tendidos, contrabarreras y barreras sobrepasando miles.

La ocasión pintaba a grande y…













Y vaya que grande fue…

Corrida de lujo de Victoriano del Río, de muy buena presentación. Toros con trapío y lámina, con crianza y bien armados con puntas finas de sus astas; vamos… Para Madrid, que pelearon fuerte en caballos, algunos yendo de largo con alegría, enjundiosos, metiendo los riñones cumpliendo, sobresaliendo los corridos en segundo, tercero, cuarto y quinto lugares que resultaron ovacionados en los arrastres, con el deslucido que abrió plaza y el último que cerró, ambos del lote del confirmante, cuando el padrino se llevó el mejor desperdiciándolo.

Ejemplares con fijeza, recorrido y son, mucho son, que tomaban los engaños con claridad y nobleza, desplazándose y repitiendo varios metiendo el morro haciendo el avión. Contento debe de estar el triunfador ganadero que tiene en alto su hierro y divisa. Y como lo hice en la plaza Victoriano, ahora desde mi escrito, te doy mi enhorabuena y te vuelvo a tocar las palmas.

Entre el variado público había de todo. Los que venían escépticos por cómo volvería el de Galapagar luego de una campaña digamos cómoda por la catadura del ganado y plazas de categorías disímbolas y… Y, los más, ilusionados y alentados por ver al José Tomás de su encumbramiento con mucha disposición a animarle y aplaudirle como sucedió apenas roto el paseíllo… ¡Cómo lo correspondió el torero!

Dos faenones de antología a toros de diferentes condiciones, enmarcados en la concepción más pura del más puro valor en un toreo mayestático, oficiante de liturgia, con una expresión artística non, singular, personalísima e incomparablemente única, con sello, fondo y esencia, con profundidad y hondura en un mensaje de intensidad que sacudió las fibras más recónditas de la sensibilidad poniendo al público todo de pie saliendo ronco de corear los ¡ooleeés..!

Generosidad en toda su actuación, con un capote del que salieron ceñidísimas gaoneras rematadas con revolera, como chicuelinas embarrándose al astado sin que entre éste y el artista cupiera un alfiler, y la verónica; la verónica, sí el lance fundamental del toreo de capa, citando a distancia, abriendo la seda para embarcar cargando la suerte como cargarse se debe, pa’ álante, jugando los brazos y bajando las manos llevando muy toreado al burel, acompañando con cadencia, plasmando su arte verdad y rematando con medias y recortes que hicieron explotar al cónclave.

A cada enemigo le dio su lidia. Espacio… Distancia… Sitio… Exposición con las zapatillas clavadas en la arena, encajados los riñones, poniendo su cuerpo para encelar y desbordarse en el toreo por abajo tanto con ayudados con la mano diestra como al natural con la zurda, muy reunido, embraguetándose de verdad, en los que los victorianos, — aunque hubo algunos enganchones de principio —, cuando José tomó ritmo iban embrujados en los vuelos de la muleta plena de mando… Plena de temple y ligazón. Obras armoniosas en las que los medios pases, con los de la firma y del desdén remataba con sendos preparados de pecho haciendo el cite de frente, para vaciar con toda su torería a la hombrera contraria cuando la plaza volcada ya, se metía en el ánimo y la expresión del extraordinario torero.

Fundamento de su arte es la quietud y el aguante; impresionante inicio de faena al quinto, un toro que arrancaba con la fuerza de un tren, y allí, en el mismo sitio sin pestañear siquiera, Tomás le barrió los lomos pasándoselo por la faja con escalofriante impavidez; ni un solo movimiento para reponer.

Sus dos obras tuvieron la soberbia cualidad de mantener el nivel por una absoluta y total entrega en un toreo de garra y sentimiento que ponía la piel erizada. Cuánta transmisión y emotividad hacía llegar el singular artista a los tendidos conectándose con ellos y cada uno de los que ocupábamos las 24 mil localidades de la plaza, era…

Era una borrachera de toreo de un hombre; de un artista; de un torero que dándose cautivaba a toda la multitud y…

Y quedaba el broche de la suerte suprema de la estocada… Con un aviso enviado, en corto y por derecho, pero que muy por derecho, — tanto que en su primero fue rebotado del encuentro —, sin salirse un milímetro de la trayectoria, embrocándose y mirando solo el morrillo, cobrar sendas estocadas en lo alto de efectos con el respetable de pie vitoreando al triunfal diestro que cortó cuatro orejas y… Y la puerta grande abierta para salir a hombros con los merecimientos todos, y no... No se cambiaba por nadie…

Vendrán, no lo dudo, criterios que si una oreja de más, que si dos eran suficientes, que si… Que si… Lo verdaderamente cierto es que esta tarde histórica le da un aire a la fiesta que tanta falta le está haciendo, cuando pasará a los anales del toreo y muy particularmente de Las Ventas de Madrid, como la sensacional reaparición de un torerazo que ha sabido conjuntar, — lo inconjuntable a veces, y antecedentes sobran —, del arte más expresivo con el valor más cabal.

Confirmó alternativa el sevillano Daniel Luque, un joven al que recuerdo como novillero, de condiciones destacables por su buen corte y oficio que ha pechado con lo deslucido del encierro, estando muy torero en toda su actuación, con empeño y tesón como voluntad sobrada con el sexto con el que se la jugó como jugársela tienen los que buscan llegar a ser alguien en el toro. Hábil matando, pero por tiempo en tratar de sacar lo que pudiera, recibió un aviso. Hay porvenir en Daniel que con más rodaje como matador y mejor suerte en los sorteos, seguro estoy que se proyectara al sitial que sus merecimientos le tengan deparado y…

Y qué desperdicio del lote mejor de victorianos cuando cayó en las manos de un estrafalario artista como lo es Javier Conde, quien dejando que les pegaran a granel en el castigo, no supo ni pudo ponerse en donde ponerse tenía para aprovechar las condiciones destacables de sus toros, escuchando pitos en sus dos, pero cumpliendo con su papel de aliviador telonero de figuras.

Créamelo amable lector aficionado, una tarde como ésta es de las que hace afición, a la contra de tantas otras que sacan a la gente de las plazas.

José Tomás… ¡Torero..! ¡Torero..! ¡Torero..!

Y para hoy, con la segunda corrida de Núñez del Cuvillo en esta feria de aniversario, un cartel de lo más interesante y del que con poco que embistan los toros se puede ver algo grande, ya que alternarán Manuel de Jesús “El Cid”, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, tres, a no dudar, que tienen con qué armarla en grande. Deseo… Confío y espero que así sea.






3ª del Aniversario en Madrid. Enloquecida y enloquecedora apoteosis de José Tomás

05.06.08 @ 23:58:52. Archivado en Toros, Crónicas
Cortó cuatro orejas pedidas con furiosa unanimidad aunque absolutamente inmerecida la segunda de su primer toro y, si me apuran, también la del segundo si la comparamos con otras mucho más legítimas del propio Tomás en sus mejores años y con la solitaria que, con inaudita racanería y sir ir más lejos, fue premiada la grandiosa faena de El Juli del año pasado en esta misma plaza frente a un toro de la misma ganadería que la lidiada ayer. Faena aquella que fue in-fi-ni-ta-men-te mejor que la mejor de ayer de Tomás que salió a hombros en medio de un indescriptible clamor tras formar dos alborotos de excepción, los más grandes que yo he visto en esta plaza, con toda la plaza puesta en pie y gritando ¡torero, torero!, como también sucedió en no pocas ocasiones durante la lidia y, sobre todo, al final de sus dos faenas. Con muchas ganas, siempre dispuesto y tan quieto como acostumbra, se esmeró aunque con desigual fortuna en los recibos y en quites, algunos realmente bellos, templados, y otros sucísimos. Y, asimismo, anduvo desigual en el templar de su primera faena en la que dio lo mismo ocho que ochenta. Mucho más limpia y redonda la segunda, aunque en ambas muleteó en varias tandas sobre ambas manos – las primeras y centrales de ambos trasteos - por las afueras como a las demás figuras jamás se les consiente en Las Ventas, mientras que, a él, sí. Al segundo toro lo mató encunándose y dejando un emocionantísimo que no correcto espadazo que resultó tendido y traserísimo que el propio diestro extrajo en su mitad al zafarse del revolcón, tras lo cual se armó la que no está en los escritos. Y al quinto, de estocada arriba al encuentro porque el toro se le arrancó sorpresivamente. Chocante fue que, tras matar a éste, no le pidieran el rabo dados los grados a que había llegado el desbordado e incondicional entusiasmo del gentío que abarrotó la plaza, muchos a precios astronómicos.

Sin embargo a lo resumido y por lo que se refiere a la corrida de Victoriano del Río, irreprochablemente presentada, astifina y con cuatro de los seis toros de excelente juego por su bravura y nobleza – solo fallaron el muy mal lidiado que abrió plaza y el sexto por su extrema debilidad aunque también fue muy noble –, debo dejar constancia por escrito y sin reparo de ninguna clase que, esta vez y, por fin, José Tomás se enfrentó al ganado que corresponde a un escenario de primerísima categoría. Y en esto, chapeau, aunque desearíamos que, de ahora en adelante, ocurra lo mismo a donde vaya que, por cierto y salvo en su próxima tarde del 15 de junio en Madrid y en las que actuará en San Sebastián y en Barcelona, no pisará ninguna otra en las ferias más importantes como las de Pamplona, Valencia, Bilbao y Zaragoza. Por lo demás, Javier Conde no se atrevió con su gran lote, al contrario que Daniel Luque quien confirmó su alternativa sin ninguna suerte, mostrándose por encima de sus dos toros aunque falló con los aceros. Finalmente, lamentar que la corrida de ayer no fuera televisada por consentirlo la Comunidad y la obediente empresa y, sobre todo, que José Tomás cometiera la inadmisible falta de respeto de no querer brindar la muerte de ninguno de sus toros al Rey Don Juan Carlos que acudió a la plaza y presenció el festejo desde una barrea acompañado por la Infanta Elena, imagino que exclusivamente para verle a él. Un desprecio tan intolerable como irreparable que desmerece y choca frontalmente con el exclusivo y condescendiente trato que la Presidencia de Comunidad le ha dado para que pudiera comparecer en la plaza de Madrid. Siga criando “cuervos”, pues, por lo demás querida y admirada Doña Esperanza. Y menudo papelón el suyo. Ya vio ayer como, en cuanto a protocolo y a educación se refiere, respondió Tomás a sus favores.

Madrid. Plaza Monumental de Las Ventas. 5 de junio de 2008. Tercera de la feria del Aniversario. Tarde variable y crecientemente nublada con muy molestas rachas de viento. Seis toros de Victoriano del Río, ya reseñados en la entradilla aunque falta por decir que el bravo, noble y muy montado tercero, en principio embistió echando la cara arriba al final de sus viajes. Que el primero fue el único garbanzo negro del envío y que el sexto fue muy deslucido pese a ser noble como sus demás hermanos por su escasísima fuerza. Javier Conde (blanco apagado y azabache): Pinchazo huyendo y, tras echarse y ser levantado, descabello, pitos. Pinchazo hondo tendido y descabello, silencio. José Tomás (azul prusia y oro): Estocada trasera tendida encunándose de la que salió rebotado, dos orejas. Estocada al encuentro, dos orejas. Salió a hombros. Confirmó su alternativa Daniel Luque (verde manzana y oro con remates negros): Media tendida y descabello, silencio. Pinchazo, otro hondo y descabello, aviso y saludos. Destacó a caballo Borja Ruiz. Y en palos, José Chacón y Curro Robles en el mejor par de la tarde. Asistieron al festejo desde dos barreras de sombra, S.M. El Rey y la S.A.R la Infanta Elena. Javier Conde y Daniel Luque brindaron al Rey la muerte del primer y del sexto toros, respectivamente.

Nunca, jamás había vivido yo algo parecido a lo de ayer en esta plaza de Las Ventas de Madrid. Nada ni de lejos aproximado al ambiente que, previamente a la celebración del festejo, sencillamente porque la mayoría de los casi ventitresmil espectadores que abarrotaron el coso ya estaban volcados de antemano con un torero. Jamás repito, sucedió esta locura previa y colectiva con nadie. Ni con Manolete por mucho que ahora le asocien algunos insensatos a José Tomás. Ni con Domingo Ortega. Ni con Pepe Luís Vázquez. Ni con Luís Miguel Dominguín. Ni con Antonio Ordóñez. Ni con Manuel Benítez El Cordobés que fue la figura con más fuerza de todos. Ni mucho menos con Diego Puerta, Paco Camino y El Viti. Por supuesto que nunca con Paquirri. Y menos con Angel Teruel. Ni con Palomo, ni siquiera el día que cortó cuatro orejas y un rabo. Ni con Manzanares padre, El Niño de la Capea y Dámaso González. Ni con ninguno de los que les siguieron con rango de figuras hasta ahora mismo. Ni con los mismísimos Curro Romero y Rafael de Paula que tantas pasiones levantaban en Madrid. Ni, curiosamente, con José Tomás las varias tardes que cuajó faenas infinitamente mejores que las dos de ayer durante las temporada de 2007, 2008 y 2009. Y digo esto para empezar la segunda parte de esta crónica porque jamás, y repito, jamás he visto yo a tantísima gente completamente loca por un torero, antes de empezar una corrida. Por eso he puesto en el titular lo de “enloquecida apoteosis”. Y, de ahí la sensación general que ayer contagió a casi todos los presentes, les hizo creer y hoy les sigue haciendo decir que José Tomás es el torero más grande que vieron los siglos. Y más después de que casi todo le saliera bien frente a todo un corridón de toros. ¿Cómo no lo iban a decir, si el año pasado ya lo dijeron y hasta se lo cantaron y, además, lo creyeron pese a verle pegar los triunfales petardos que pegó frente a reses absolutamente impresentables e inofensivas?.

Claro que todos y cada uno de los que así piensan están en su derecho de creerlo y de manifestarlo como les venga en gana, siempre que no falten al debido y obligado respeto en lo personal. Pero yo, y creo que mucha más gente de lo que la mayoría pueda imaginar, también estamos en nuestro derecho de no opinar lo mismo. ¿O es que los que ayer estaban locos de antemano pretenden que los que no lo estuvimos tengamos que meternos en una cueva y no volver a salir más a la calle hasta que nos lleven al cementerio? Eso parece escuchando a algunos y leyendo a otros. Les puedo asegurar a mis lectores que, si yo no pudiera expresarme con la libertad que suelo, ahora mismo dejaba la crítica taurina para siempre. Pero como, gracias a Dios, sigo en libertad, continúo diciendo lo que quiero y me da la gana decir sobre lo que veo cada tarde en las plazas de toros pese a quien pese y pase lo que pase, aún reconociendo que me está siendo inmensamente difícil permanecer frío y ojo avizor cada ver que actúa José Tomás en todas y cada una de las corridas desde que reapareció. Y en la de ayer, increíblemente más porque se llegó a grados inimaginables de incondicional entusiasmo colectivo. De ahí, también, que a lo de “enloquecida apoteosis”, haya añadido en el titular la palabra “enloquecedora” porque es el caso que la bola de la propaganda continuará y continuará creciendo y rodando sin parar en la pretensión de que nos arrolle a todos, apoyados como ni lo habían soñado en la apoteosis de ayer. Arrollar, digo, a todos los demás toreros, incluyendo a los más grandes e importantes que vienen demostrando su primacía y excepcional capacidad desde hace muchos años en todas las plazas del mundo y frente a toda clase de toros; y, por supuesto, arrollar a cuantos pretendemos permanecer libres y ajenos a este imparable “ciclón”.

Porque, vamos a ver, manifetando encantado lo valentísimo, lo mucho más templado que otras tardes, lo como casi siempre asombosamente impávido y fiel a su personalísimo concepto y manera de estar y de ser que el de Galapagar estuvo ayer en Las Ventas frente a dos toros como Dios manda en cuanto a presencia y a trapío, absolutamente irreprochables, ¿es que nadie se acuerda ya de cómo estuvo El Cid hace muy pocos días, una frente a un toro de similares características a los de ayer, que toreó al natural maravillosamente bien – desde luego bastante mejor que el de Galapagar -, y otro mucho más difícil por bastante más fiero y ofensivo como fue el de su importantísima faena al toro de Victorino?. Bueno, pues para muchos supuestos expertos y, no digamos, para cuantos no lo son ni lo serán nunca, la actuación de José Tomás lo ha borrado todo. Hasta la historia entera del toreo. ¡Pues, qué bien¡.

¡Cuan diferente y, desde luego, más feliz sería la plaza de Madrid, si en todas las corridas el público acudiera con el mismo fervor hacia los toreros dignos de ser esperados como, por supuesto, ayer lo fue José Tomás¡. Pero desgraciadamente no es así y que se lo pregunten, por ejemplo, a Enrique Ponce a quien, no hace mucho, intentaron reventar una de las faenas más valientes, inteligentes y meritorias de su vida frente a uno de los toros más peligrosos de la última feria de San Isidro, y la mayoría de los espectadores, lejos de recriminar la intolerable actitud de los reventadores, permanecieron displicentes y más fríos que un témpano. A mí me gustaría ver a José Tomás frente a un toro parecido al de Alcurrucén que encaró hace días Ponce, pero todos sabemos que eso no podremos verlo nunca. ¿O sí?

¿Fueron parecidos a éste de Alcurrucén que menciono los de ayer de Victoriano del Río? No, ¿verdad? Los dos de José Tomás y, sobre todo, el que hizo de quinto fueron extraordinariamente bravos en el sentido más positivo de la palabra y nobles en el mejor que se pueda calificar tal término. Y fue con este con el que estuvo muy bien, templado, redondo, hasta magnífico en varias ocasiones, tanto con el capote en el quite que hizo – toreó a la verónica como pocas veces, pero ni de coña como anteayer Morante, ¿o sí? – como con la muleta en una de las mejores faenas, si no la mejor de todas las que lleva hechas hasta ahora en su reaparición. Una faena grande y redonda por la limpieza con que la llevó a cabo de principio a fin, pero también una faena no del todo perfecta, ni como dicen algunos que se debe torear siempre – y José Tomás no lo hizo – porque, como el toro repitió en su embestir sin apenas necesidad de tener que provocarlo en cada pase, ligó las tandas quedándose muy quieto en el mismo sitio donde las inició sin necesidad de tener que cruzarse una y otra vez, que es como se debe torear a estos bravos y nobles con fijeza y no como no pocos en Madrid piden a grito pelao que lo hagan los toreros que tanto detestan. Pero ayer no sucedió esto. Me pareció escuchar alguna impertinencia a un par de sujetos que había en el 7. Pero nada del insoportable y vocinglero coro de pertinaces destroza toreros. ¿O no? ¿O es quien estaba loco fui yo y no me enteré de nada?.

Sobre la misma faena de Tomás, decir también que no exprimió al toro por su buen pitón izquierdo, aunque reconozco lo muy difícil que hubiera sido dada la incuestionable dificultad que supuso templar al natural justo en el momento que más soplaba el viento. Y en lo más positivo, lo mucho que me gustaron su inicio por impávidos estatuarios permeneciendo clavado en la arena y su final por preciosos ayudados y cambios de mano. Como sus aislados pases a pies juntos de la segunda mitad, cuando, pasito a pasito, tuvo que cruzarse – cruzarse entonces, antes no – para que el toro, ya agotado, obedeciera al engaño y lo tomara subyugado. Pero señores, reconocer y celebrar esto como, sin duda lo mereció José Tomás, es una cosa y otra creer y decir que esta faena fue la mejor que vieron los siglos.

La otra faena, la del tercer toro, no me gustó salvo en algunas tandas con la mano derecha que fue por donde más se prodigó templado Tomás, también sin necesidad de tener que citar cruzado al pitón contrario ni de ganarle un paso a cada pase porque este toro repitió como el ya descrito quinto que siguió. Pero la empezó muy mal dejándose enganchar demasiado. Y mal también por lo mismo, enganchado, con el capote aunque en el quite por chicuelinas las hubo tan ceñidas como limpias junto a otras sucias o atropelladas. También le resultó más limpio que otras veces el quite por gaoneras que hizo al primer toro con el que ayer presentó su tarjeta de visita. Y la estocada encunándose, tan valiente y emocionante como incorrecta. ¿Puedo decir incorrecta?. Debo decirlo y así lo digo porque así fue. Por lo tanto, no buena y para nada merecedora, como tampoco la faena, de las dos orejas que le regalaron, el público y la presidencia, ayer acobardada por tan enfurecido, entusiasta e incontrolable “ciclón”. ¡Ah¡, pero es que esta vez los del 7 no gritaron “fuera del palco” sino que se sumaron al ensueño y a la desbordada y desbordante celebración.

Bueno, pues ya está. Ya está dicho por mi parte todo o casi todo sobre el suceso de ayer. Para qué dedicar una sola línea más sobre el pobre telonero de ayer, Javier Conde. Pero, hombre por Dios, ¿a quien se le ocurrió el atrevimiento de poner por delante del más valiente y suicida torero de la historia al menos valeroso de cuantos artistas se visten actualmente de luces?. Y muy mala suerte la que tuvo Daniel Luque en su confirmación de alternativa. Mala suerte que a Tomás le vino a huevo porque, si el lote suyo o el de Conde le hubiera correspondido al sevillano, otro gallo hubiera cantado y de qué modo. Por si a caso canta Luque como, por cierto, cantó en Córdoba, José Tomás se apresuró allí mismo a quitarle de una corrida con él que la empresa de Murcia tenía pensada para la próxima feria de septiembre. Y hasta mañana, señores, hasta mañana







Madrid: Perera en hombros, dos orejas, tras rotundo faenón
JOSÉ MIGUEL ARRUEGO/

Madrid (España). Miguel Ángel Perera ha abierto la Puerta Grande de Las Ventas en el cuarto festejo de la Feria del Aniversario tras cortar las dos orejas al quinto de la tarde, después de un faenón hondo, macizo y rotundo. El torero extremeño, que ya mostró gran determinación y firmeza con el complicado segundo, cuajó en plenitud al segundo de su lote en varias tandas de gran pureza y profundidad concatenando con impecables limpieza y despaciosidad un muletazo a otro y rematando su obra de un certero espadazo.

También paseó una oreja del tercero Alejandro Talavante, que realizó una faena ligada y limpia en la que destacaron algún cambio de mano por la espalda ensamblado a un natural de largo trazo. En el sexto, esbozó alguna serie loable pero su faena no cogió vuelo.

Por su parte, El Cid pechó en primer lugar con un animal incómodo que se metió para adentro mientras que en el cuarto consiguió hilvanar un par de series estimables con la mano derecha en una labor que tampoco llego a cobrar altura.

No hay billetes. Se han lidiado seis toros de Núñez del Cuvillo, de distinta tipología y comportamiento dispar, aunque sirvieron en mayor o menor medida los cuatro últimos. El Cid, silencio y ovación; Miguel Ángel Perera, aplausos y dos orejas tras aviso y Alejandro Talavante, oreja y ovación tras aviso.


Perera: ¨Quería refrendar en Madrid lo que he hecho en otras plazas¨
MUNDOTORO/

Madrid (España). El matador de toros Miguel Ángel Perera ha cortado dos orejas al quinto toro de la tarde y tras una faena de mucha intensidad con la que puso a la plaza en pie ha abierto la segunda puerta grande de la Feria del Aniversario. El extremeño ha manifestado su satisfacción a los micrófonos de Telemadrid: "Quería refrendar en Madrid todo lo que he estado haciendo en otras plazas. Ha salido un toro con posibilidades y he podido hacer una faena de ligazón absoluta en la que he buscado las vueltas al toro. Le he hecho embestir con temple"

Alejandro Talavante ha paseado otra oreja de un buen toro de Cuvillo. De su faena destacaron series de muletazos largos y templados y los estatuarios y no fue rubricada con el estoque: "He estado muy a gusto con el toro y creo que le hecho las cosas bien. Ha sido una pena que la espada quedara atravesada, podía haberle cortado las dos orejas"

El Cid pechó con un primer ejemplar que no le dejó opciones para el lucimiento: "No ha tenido nada, sin humillar, pegando cabezazos, nunca le podía meter profundidad al toro porque no tenía clase ni bravura. Cuando le pegabas los dos primeros se quedaba con la muleta en la cara" El de Salteras tuvo una segunda actuación marcada por el fallo con la espada: "Para olvidar. Se me ha ido otra oreja. Era difícil que el toro fuese a más. Le he hecho las cosas bien pero no me ha ayudado"

Por su parte, el ganadero Álvaro Núñez del Cuvillo ha manifestado también sus impresiones después de que doblara el quinto de la tarde: "El toro ha tenido mucha bravura. La verdad estoy muy satisfecho. Los tres que más me gustaban eran el tercero, cuarto y quinto y han respondido a las expectativas. Perera lo ha cuajado con rotundidas es un torero que a mí me apasiona"







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